La puesta de largo de Julia Janeiro con motivo de su 18 aniversario ha sido uno de los fenómenos mediáticos del año. La fama siempre ha sido el medio de la hija de Jesulín de Ubrique y María José Campanario: nació prácticamente bajo una lluvia de flashes y forma parte de esa especie única de niños célebres desde la cuna. Así lo acredita su bautizo, celebrado el 28 de febrero de 2004. La hoy estrella de las redes sociales recibió el sacramento en una ceremonia oficiada por el padre Manolo, un buen amigo de la familia Janeiro, en la iglesia de Benamahoma (Cádiz). Se trata de una localidad cercana a Ubrique y El Bosque, ubicada en la zona de la reserva natural del parque de Grazalema. ¡HOLA! fue el único medio que accedió a la misa y posterior celebración.
Sus padres querían que el bautismo fuese privado y familiar. Así que, para evitar cualquier tipo de aglomeración, decidieron que el acto tuviese lugar por la noche. Los padrinos fueron Carmen Janeiro, hermana del padre, y Diego, hermano de la madre. La joven, que fue bautizada a los diez meses, llevaba el capote de paseo con el que su padre tomó la alternativa en 1990, un capote con el que su hermana Andrea, hija del diestro con Belén Esteban, también fue bautizada. A su vez, lucía una medalla y una pulsera que fue regalo de su bisabuelo materno, mientras que el traje de cristianar fue un regalo de sus abuelas. A la mañana siguiente, tuvo lugar la celebración en La Esparraguilla, una finca cercana.
El bautismo supuso una de las primeras apariciones públicas de los abuelos paternos de Julia, Humberto Janeiro y Carmen Bazán, tras su separación unos meses antes, en 2003. Por entonces no había diálogo entre ellos. De hecho, durante la ceremonia, estaban bastante incómodos y solo se dejaron fotografiar rodeados de otras personas. “Ni Julia ni yo tenemos la culpa de que un matrimonio se haya terminado, como les ha sucedido a mis padres, pero tanto mi padre como mi madre son los abuelos de mi hija y hoy tenían que estar los dos aquí”, dijo Jesús en la entrevista exclusiva que ofreció a ¡HOLA!. Sin embargo, reunir a sus padres, no fue suficiente para el diestro. “Me agrada mucho haber podido tener a toda mi familia, porque todos estamos bastante dispersos por los trabajos y demás. Solo falta mi hija Andrea, que no ha podido venir, pero la llevo en mi corazón. Ella es la guinda que me ha faltado este día”, comentó.
El bautismo de Julia también fue la primera aparición de Carmen Bazán tras la operación de estética a la que se sometió tras su separación. “Afortunadamente, el cambio que ha pegado es para bien y yo siempre me alegro de todo lo bueno para mi familia”, contestó Jesús cuando le preguntaron sobre qué le había parecido el resultado. El reportaje del bautismo contó con un posado de Jesús y María José con su hija. La hoy odontóloga lucía una nueva figura tras perder varios kilos tras recuperarse del parto y el aumento de peso que supuso dejar de fumar. “Tengo la suerte de tener una hija que es lo más bueno que hay”, contó. En la entrevista, María José desveló que Jesulín le regaló un reloj de oro cuando nació Julia, un parto que “muy fue muy complicado” y en el que “la niña sufrió mucho”. Campanario finalizaba el encuentro desvelando una curiosidad. “Lo primero que Jesús le compra a Julia cuando va de viaje son unas zapatillas de deporte para caminar por el campo”. 18 años después, Julia Janeiro es la reina del streetwear… y, desde su presentación en las páginas de ¡HOLA! esta semana, de las portadas del cuché.