Este domingo 18, Julia Janeiro, la mayor de los dos hijos de Jesulín de Ubrique con María José Campanario, cumple dieciocho años. Debido a la situación sanitaria, no podrá celebrarlo a lo grande. Ni siquiera podrá reunirse con sus padres, ya que ella se encuentra estudiando en Madrid y el torero y la odontóloga están en su casa de Arcos de la Frontera (Cádiz), donde residen.
Aunque los apena el no poder reunirse, abrazarse y compartir un momento tan señalado, Julia está ilusionada con este gran cambio en su vida, que tanta expectación está generando tanto en los medios como en las redes. Es más, en cuestión de dos meses, ha pasado de tener de seis mil seguidores a casi sesenta mil en Instagram, a pesar de que sus padres han luchado por preservar su anonimato estos últimos años.
Aunque en sus redes aparece como una apasionada de la moda y el maquillaje —”una mini-Kardashian”, le dicen en tono cariñoso— y podría tener una gran trayectoria como influencer, Julia no quiere saber nada, por ahora, de una carrera con proyección pública. De hecho, con motivo de esta mayoría de edad han sido muchas las propuestas que ha recibido para realizar posados y entrevistas y, sin embargo, las ha rechazado todas.
“Mi padre es el mejor. Lo adoro. Tiene un corazón que no le cabe en el pecho y estoy muy orgullosa de él”, ha confesado
Sus padres han intentado, en todo momento, ser totalmente respetuosos con la decisión de su hija, y, si ella hubiera querido hacerlo, la habrían apoyado, como lo han hecho siempre en todo. Sin embargo, Julia lo tenía claro y no ha habido duda. No quería que su dieciocho cumpleaños fuera el comienzo de nada. Solo un día especial en su vida personal, pero no el pistoletazo de salida a una vida como personaje público.
Julia ya ha demostrado ser una chica muy madura, decidida y con mucha personalidad. Ya en septiembre de 2019 se desplazó a Estados Unidos para realizar su bachillerato y también mejorar su inglés. Justo un año después, el pasado otoño, se instaló una temporada en Barcelona —donde nació su madre y trabaja como dentista en la actualidad— para estudiar Estética Personal Decorativa, además de Maquillaje Profesional y Caracterización. Y es que la moda y la cosmética son las dos grandes pasiones de la hija de Jesulín y María José, quien comenzó a maquillarse ella sola hasta dominar técnicas profesionales.
Aunque suelen llamarla “mini-Kardashian”, en tono cariñoso, Julia ha afirmado: “Sí, me lo han dicho, pero no me lo creo”
Ahora, sorprende a sus seguidores por su imponente imagen, que bien recuerda a la estética de las Kardashian, como decíamos, y que tanto triunfa entre las adolescentes de todo el mundo. “Sí me lo han dicho, pero no me lo creo”, ha confesado a sus seguidores cuando le han preguntado por sus similitudes con el televisivo clan norteamericano.
De lo que no hay duda es que a la hija de María José Campanario, al igual que las Kardashian, le encanta innovar con su imagen. Es una amante de los tatuajes y los piercings: tiene una rosa grabada con tinta en la piel, en su costado derecho, y la palabra resilience —resiliencia, en inglés—, a la altura de la cintura. Este último tatuaje lo comparte con su madre y, de hecho, se lo hicieron juntas. Además, presume de piercings : en su ombligo; dos, en su nariz, y otro, en una oreja.
Su novio futbolista
Como sucede en otras chicas de su edad, Julia está viviendo su primera historia de amor. Desde el año pasado, sale con el futbolista Brayan Andrée Mejía Ávila. Él es de Madrid, aunque su familia proviene de Colombia, y es exactamente tres años mayor que Julia: cumplirá los veintiuno el 22 de este mes, cuatro días después de que su novia alcance la mayoría de edad. Desde junio, que fue cuando Brayan terminó su formación de técnico de instalaciones de telecomunicaciones, es defensa en el Real Aranjuez Club de Fútbol, equipo de tercera división. Anteriormente, jugó en el Móstoles y en las categorías inferiores del Club Deportivo Leganés y Getafe Club de Fútbol.
La hija de María José Campanario se muestra muy ilusionada con su novio, como comprobaron sus seguidores el pasado Día de San Valentín, cuando compartió imágenes de los regalos que Brayan le entregó por esta fecha tan señalada: flores, peluches y bombones.
La relación con su familia
A pesar de ofrecer una imagen de chica fuerte, Julia es muy sensible. Ella misma contó a sus seguidores que sufrió bullying en el colegio. Afortunadamente, todos esos problemas forman parte del pasado, superados con la ayuda de su familia. “Mi padre es el mejor. Lo adoro. Tiene un corazón que no le cabe en el pecho y estoy muy orgullosa de él”, ha compartido en sus redes. “Adoro a mi familia y soy la persona que soy gracias a ellos. Son todo para mí y mi pilar fundamental”, ha añadido sobre sus padres y su hermano pequeño, Jesús Alejandro, que cumplió catorce años en marzo.
De momento, es pronto para saber cuál será el camino profesional que tomará Julia, aunque tiene intención de dedicarse al mundo de la moda, ya sea con el diseño o con el maquillaje. De todas formas, no descarta probar suerte con su imagen. “Ser actriz se me daría bien porque soy doña drama queen”, ha confesado a sus seguidores. “No me importaría hacer de modelo en alguna firma importante”, ha matizado. Eso sí, ahora prefiere estar centrada en su formación, en su familia y en su novio.