Rocío Flores no atraviesa sus mejores momentos. La emisión del polémico documental de su madre, Rocío Carrasco, ha coincidido con la despedida de Olga Moreno, la actual mujer de Antonio David, que ha viajado a Honduras para participar en Supervivientes. Pero, sorprendentemente, la joven no ha pasado la Semana Santa junto a su padre, en Málaga, sino en Madrid, a donde ha viajado para realizar una sesión fotográfica. No obstante, la nieta de Rocío Jurado ha contado allí con el apoyo de su tía Gloria Camila y el padre de esta, el torero José Ortega Cano. De hecho, el pasado día 2, Viernes Santo, han almorzado juntos en un restaurante situado en Alcobendas, al norte de la capital. Al encuentro familiar se han sumado Ana María Aldón, mujer de Ortega Cano, y el pequeño José María, el hijo que el torero y esta tuvieron hace ocho años.
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En plena tormenta mediática, ninguno de ellos ha querido pronunciarse públicamente sobre las revelaciones de Rocío Carrasco. “Hemos estado hablando de otras cosas, no hemos hablado de este tema”, ha afirmado Ortega Cano a los reporteros que le han aguardado a la salida del restaurante. Sin embargo, Ana María sí ha explicado algo, en Viva la vida, sobre su cita con Rocío Flores: “Alegre no estaba. Se le notaba el semblante triste”.