El documental Rocío, contar la verdad para seguir viva sigue avanzando y Rocío Carrasco, la protagonista de esta historia, ha llegado a dos capítulos clave: el comienzo de su relación con Fidel Albiac y el accidente de tráfico en el que ambos casi pierden la vida.
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“Conocí a Fidel cuando él pasaba por la calle con una colega, Rocío Mestre. Él era el chaval con el que ella estaba saliendo. De repente, yo no sabía dónde meterme. Fue un impacto grande cuando lo vi. No sabía cuándo ni cómo, pero sí sabía que era para mí”, recordó Rocío. “Al principio fue una relación de amistad”, explicó, aclarando así que nunca fue infiel a Antonio David Flores con Fidel.
Albiac se convirtió en su gran apoyo durante su separación de Flores: “Me fui enamorando más de él… Con él llegó la luz, llegó la ilusión, llegó el amor, llegó el apoyo, llegó la comprensión. Llegaron muchas cosas buenas. Nos han puesto muchas trabas, pero no han conseguido lo que querían”.
Dos hermanos y un accidente
En medio de su proceso de divorcio de Flores, Rocío vivió la llegada de sus hermanos, José Fernando y Gloria Camila. “Yo estaba encantadísima con que los niños vinieran. Sabía que mi madre era feliz, porque hacía feliz a José (Ortega Cano) con eso”, explicó. Además, reveló que tuvo un papel clave en el proceso de adopción: “Por edad, mi madre y José no hubiesen podido adoptar a los niños si no hubiesen contado con nadie que los respaldara. Hacía falta la firma de alguien para que, en caso de que a ellos les sucediera algo, los niños quedasen debidamente atendidos… Esa persona que firma soy yo”, desveló.
Poco después, el 12 de febrero de 2000, Carrasco y Albiac sufrieron un grave accidente de tráfico, en una carretera en Madrid. Rocío ingresó en el hospital con traumatismo craneoencefálico y pronóstico grave. Estuvo ingresada durante más de un mes. Entonces, su familia “no se lo puso fácil a Fidel”: “Mi madre le dijo que era mejor que se fuera del hospital. A lo que él le contestó: “Lo haré cuando tu hija abra los ojos y me diga que lo haga”. Lo hicieron porque pensaban que me iba a morir, si no, no se atreven a sacarlo del hospital. Ellos pensaban que no iba salir y lo culpaban a él del accidente”.