Admirada por su gran belleza y personalidad, Carlota Casiraghi es todo un icono, pura inspiración para miles de mujeres que ven en ella un referente de moda y estilo, así como una gran defensora del empoderamiento femenino. Pero, ¿en quién se inspira la hija de Carolina de Mónaco? ¿A quién admira? ¿Quiénes son sus modelos a seguir?
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Su madre, la princesa Carolina
Licenciada en Filosofía y adicta a la literatura, como ella misma se ha definido, Carlota ha asegurado en más de una ocasión que su afición por los libros le viene de su madre. “Es una gran lectora de novelas y poesía. Me transmitió esta pasión”, ha declarado. Sin ninguna duda, para la joven Grimaldi la princesa Carolina es el espejo en el que se mira, y no solo en el plano intelectual.
Desde muy joven, Carlota ha seguido también los pasos de su madre en el mundo de la moda e incluso ha ido más allá, con su nombramiento, a finales del año pasado, como embajadora y portavoz de Chanel, una casa que siempre ha estado ligada a su vida, como ella misma reconoció. “Es como si hubiera nacido vestida de Chanel”, confesó tras darse a conocer la noticia.
De hecho, muchos ven ya en Carlota un calco de Carolina, como se ha puesto de manifiesto en la segunda edición del Rendez-vous littéraires rue Cambon que auspicia desde su nuevo rol en la maison. ¡De tal madre tal hija! Numerosos admiradores de las damas de Mónaco han comentado el sorprendente parecido de la sobrina del Príncipe Alberto con su madre, tras contemplar las imágenes de su encuentro literario junto a la escritora Camille Laurens y la actriz Lyna Khoudri, ganadora del Premio César a la actriz más prometedora en 2020. “¡Pensé que era la princesa Caroline hace unos años!” o “es la viva imagen de su madre. ¡Tan hermosa!”, comentaron los seguidores de la filósofa en las redes sociales.
Su abuela Grace Kelly
Junto a la princesa de Hannover, su abuela la princesa Grace, a la que nunca conoció, también es un referente para Carlota, que en una entrevista conjunta con su progenitora en Madame Figaro le decía: “Veo mucho de tu madre en ti’’. “La relación entre una madre y una hija es algo complejo, la madre ocupa un lugar todopoderoso, incluso cuando es cariñosa y tierna… No se trata de comparaciones, pero hay espejos. Cuando veo películas de mi abuela, veo en ella tu gracia, tu exigencia, tu disciplina y tu misterio también”.
La Casa Grimaldi tiene un largo legado de mujeres fuertes, que no solo incluyen a la princesa Grace, que renunció a su rutilante carrera en Hollywood, sino también a la princesa Alice, la primera princesa estadounidense de Mónaco, que se casó con el príncipe Alberto I en 1889 y fue la artífice de inyectar cultura y esplendor al principado. Es algo que Carlota también reconoció en la mencionada entrevista. “Me siento rica por todas estas historias familiares, todos estos contrastes, todas estas mujeres que tuvieron un camino claro”, comentó sobre la herencia que le han transmitido sus antepasadas de fuerte personalidad.
A pesar del mundo de glamour y la -quizás aparente- dolce vita que siempre ha rodeado a Carlota, la princesa filósofa se ha propuesto también erigirse en voz del nuevo empoderamiento femenino. “Ser mujer y querer expresar tu singularidad es una lucha, sea cual sea tu posición. Es una lucha, no una guerra, pero no es una tarea fácil. Con el pretexto de que las mujeres se han emancipado, que se les permite tener una carrera, hijos, sin dejar de ser deseables, hoy vemos menos la parte de sacrificio que hay en ser mujer”,
Esa es la ambición y la misión del club de lectura que ha fundado, además de “dar vida al vínculo entre literatura y moda, y celebrar el apoyo mutuo que estas dos formas artísticas se prestan. Un vínculo que opera en particular en torno al tema de la emancipación femenina. La escritura y la ropa han permitido a las mujeres liberarse de códigos y prejuicios y expresar sus deseos con valentía. En el marco privilegiado de estos encuentros, podremos acoger a lectores que presentarán el trabajo de grandes figuras femeninas que han escrito sobre el tema de la emancipación”, ha manifestado en declaraciones a Monaco Hebdo.
Lou Andreas-Salomé
En este sentido, entre las pensadoras que sirven de guía a Carlota se encuentra la figura a la que dedicó su primer encuentro literario Rue Cambon, Lou Andreas-Salomé (1861-1937), “una mujer que me fascinó mucho, su vida es una obra de arte”, ha dicho. “Lou me inspiró mucho cuando la descubrí al final de mi adolescencia -ha reconocido en el citado magazine-. Admiré profundamente el hecho de que se enfrentó a los más grandes genios de su tiempo, y que lo logró porque se había construido intelectualmente. Fue el descubrimiento de la Filosofía lo que le dio alas y la animó a no doblegarse ante ningún prejuicio, especialmente en lo que respecta a las mujeres. Esto alimentó en ella un deseo insaciable de libertad. Su coraje es extraordinario y me inspiro mucho en él. A ella nunca le importó tener una buena o mala reputación. No tenía miedo de disgustar o ser incomprendida”.
Anne Dufourmantelle
La filósofa francesa Anne Dufourmantelle, que falleció en el verano de 2017 a los 53 años cuando trataba de rescatar a unos niños que se ahogaban en la playa de Pampelonne, en la localidad de Ramatuelle (departamento de Provenza-Alpes-Costa Azul), también influyó notablemente en Carlota. “Fue mi gran amiga, una gran psicoanalista, una filósofa con una voz absolutamente única, y ella realmente nos invita a sumergirnos en la vida, a arriesgar la vida, la pasión, el amor, las separaciones...”. Precisamente, su obra Elogio del riesgo, es el libro que a la joven royal le gusta regalar a sus amigos, según ha asegurado en la edición francesa de Vogue. “Es un libro visceral que mezcla filosofía, psicoanálisis y literatura. Cuestiona la noción de riesgo en la vida en un momento en el que la seguridad es un valor muy importante”.
Colette
Además de Baudelaire y Rilke, entre los autores favoritos que cita Carlota se encuentra la transgresora y provocadora Sidonie-Gabrielle Colette (1873-1954), que escandalizaba en los salones parisinos de finales del siglo XIX con su pelo corto y sus pantalones, una prenda que por aquellos años estaba prohibida para las mujeres; la que no tuvo reparos en mostrar en público su relación con Mathilde de Morny –Missy–, marquesa de Belbeuf, que fue actriz de music hall y, además de prolífica novelista, guionista de cine e incluso regente de un salón de belleza.
Marguerite Duras
La escritora francesa, que murió en 1996, publicó más de 20 novelas, así como guiones cinematográficos y textos dramáticos también forma parte del inspirador elenco de la bella Grimaldi. El Amante es uno de sus libros imprescindibles, que a veces lee de “forma simultánea”. Según ha explicado, cuando lo leyó por primera vez, siendo más joven, “no entendía su voz, no podía acceder a su mundo”, pero este verano lo releyó y lo “devoró”.
Camille Laurens
Autora de novelas, ensayos y de una columna literaria en Le Monde, Calille Laurens ha sido la protagonista del último encuentro literario organizado por Carlota. Acerca de esta gran voz en la escena literaria contemporánea, la princesa filósofa ha manifestado: “Su escritura es una escritura de deseo. Siempre inventa un lenguaje para traducir lo intraducible, un lenguaje del cuerpo, un lenguaje hipersensible en el que el poder de las palabras crea una sensación de mareo y desorientación embriagadora”.