Nikki Grahame, una de las estrellas de los realities de televisión más populares de Reino Unido, falleció el pasado viernes como consecuencia de algunas complicaciones en la anorexia que padecía desde hacía años. A sus 38 años, la celebrity saltó a la fama gracias a la séptima edición del Gran Hermano británico en el año 2006 y desde entonces, la joven se había convertido en uno de los rostros más habituales de la pequeña pantalla en su país. Nikki Grahame acababa de iniciar un nuevo tratamiento para el trastorno alimenticio en una clínica privada, para el cual sus amigos y familiares habían conseguido recaudar un total de 69.000 libras que ahora se donarán a una organización para ayudar a personas con anorexia.
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"Nos rompe el corazón saber que alguien tan valioso nos haya sido arrebatado a una edad tan joven. Nikki no solo cambió la vida de millones de personas, sino también a sus amigos y familiares que la extrañarán profundamente", dijo un amigo de la joven en el comunicado en el que anunció su fallecimiento. Una noticia que han lamentado muchas figuras de le televisión británica, entre ellas, la presentadora del reality Davina McCall, quien hablaba así sobre la exconcursante: "Ella era realmente la chica más divertida, más alegre y dulce".
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Tras su paso por Gran Hermano, Nikki Grahame llegó incluso a tener su propio reality llamado Princess Nikki. Una experiencia que daría paso a otros concursos de telerrealidad como Ultimate Big Brother en el que quedó en segundo puesto en 2010 o Big Brother Canada en el año 2017, donde obtuvo la sexta posición. De hecho, tal fue la repercusión de Nikki Grahame que fue condecorada con el Premio Nacional de Televisión al Concursante de Televisión más Popular en el año 2006.
El pasado mes de marzo se inició una recaudación de fondos para que Nikki Grahame pudiera financiar los gastos para el ingreso en una clínica privada para tratar su enfermedad, debido a que, tal y como explicaron, el tratamiento que le ofrecía la sanidad pública estaba resultando insuficiente para ella. Un llamamiento con el que se obtuvo en torno a 80.000 euros que ahora se destinarán a causas benéficas relacionadas con los trastornos alimenticios como el que sufría Nikki. Una lucha por superar la enfermedad que también quedan reflejados en los dos libros autobiográficos que la estrella de la televisión escribió Dying To Be Thin (2009) y Fragile (2012).
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