El documental en el que Rocío Carrasco rompe su silencio ha hecho que todas las miradas se posen sobre ella, pero inevitablemente también sobre las personas de su entorno a las que nombra. En el último capítulo, titulado Quién te crees tú, contó que días antes del fallecimiento de Pedro Carrasco, el boxeador fue a su casa y mantuvieron una charla en la que, según sus palabras, les pidió perdón tanto a ella como a Fidel por su comportamiento. Además dijo que el deportista volvió a su domicilio haciendo 'eses' por un asunto que conoce Raquel Mosquera, con la que no tiene trato. Ha sido precisamente esta última la que ha reaccionado al testimonio de Rocío porque "no voy a consentir que nada ni nadie manche su imagen pública ya que fue una bellísima persona y un gran señor en todos los aspectos y sentidos. Especialmente un buen y magnífico padre, buen hijo y buen esposo, sin olvidar que fue y será siempre un magnífico deportista y campeón del mundo de boxeo".
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Tras escuchar el testimonio de Rocío Carrasco, la peluquera califica de "indignante manchar con mentiras la memoria de una persona ya fallecida" e insiste en que la versión que ella ha contado a lo largo de estos años acerca de esa última conversación entre su marido y la hija de este "es la auténtica y única verdad". Así, ha recordado cómo ella vivió aquel encuentro familiar en el que mantiene que ella también estaba presente y dice que "en ningún momento mi marido pidió perdón". Raquel, que participó en Supervivientes 2018, indica que Pedro y ella se fueron "sin poder ver a los niños y darle sus regalos de Reyes, que para eso pensábamos que íbamos". A este respecto dice que cuando preguntaron por los pequeños Rocío y David, les dijeron que estaban "en el cuarto con la niñera y que antes de verlos tenían que hablar con él(refiriéndose a Fidel". Además sostiene que Pedro no se fue haciendo ese "por otros motivos, como dicen y quieren dar a entender".
Mosquera expone que si su marido "hubiese tenido que pedir lo hubiese pedido porque era muy grande y un gran señor de los pies a la cabeza", pero considera que "más bien se lo tendrían que pedir a él supuestamente". Como ejemplo recuerda que cuando el boxeador se sometió a una operación de la rodilla"le hubiese gustado que estuviese a su lado". Recalca que ella no gestionaba la popularidad de su esposo en los medios de comunicación sino que estaba volcada en su centro de belleza "y al mismo tiempo colaborando en televisión como hago ahora". También califica de "injusto" lo que los nietos de su marido, Rocío y David Flores, "supuestamente están sufriendo sin tener culpa ninguna de nada en vez de ayudarles entre todos y darles una oportunidad para que sean felices".
Su historia de amor
En 1996, tras separarse de Rocío Jurado, con la que siempre mantuvo una buena relación, Pedro Carrasco daba el "sí, quiero" a Raquel Mosquera, quien ha contado en alguna ocasión que entre ellos se produjo un flechazo cuando los presentaron unos amigos. A pesar de que el deportista era 26 años mayor que ella, la diferencia de edad nunca fue un problema para iniciar un noviazgo que comenzó con citas frecuentes y acabó convirtiéndose en un feliz matrimonio celebrado la iglesia de Nuestra Señora de Gracia en Alosno, localidad de Huelva que vio nacer al siete veces campeón de Europa. La ceremonia tuvo a Rocío Carrasco como madrina, pero tras el fallecimiento del boxeador en enero de 2001, la relación entre ella y la mujer de su padre ha cambiado mucho.
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