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Será que la rutina ha sido más más fuerte o que ya no les bailaba un gusano en la tripa cada vez que se subían a un escenario juntas. En cualquier caso, en 2001 Ella baila sola decidió hacer literal el nombre del grupo y separarse, sin ni siquiera dar opción a que el tiempo hiciera su trabajo y dejase a los fans consolarse con el clásico lamento de que ya no es lo que era. Tan solo hacía cinco años que la melodía de Lo echamos a suertes se coló en los tarareos de media España y que conquistó, en especial, a muchas adolescentes que ya no escogían que Spice Girl querían ser. Ahora la disyuntiva era ¿Marta o Marilia? Todas ellas aceptaron con resignación el final y vivieron con una sensación agridulce cada uno de los intentos por resucitar el grupo que hizo Marta con nuevas acompañantes. Los rumores de una mala relación entre ellas no ayudaban a alimentar las esperanzas de un posible regreso. Sin embargo, con motivo del 25 aniversario de la formación de la banda decidieron que serán órdenes todos tus deseos, y volverán a cantar juntas en una gira que comenzará el próximo 18 de junio en el festival Starlite. Mientras sus fans calientan motores para el gran momento, recordamos que han hecho en estos 20 años Marta Botía y Marilia Andrés.
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Tras la separación, la primera en estrenarse en solitario fue Marta, que pronto lanzó el disco Cumplir lo prometido, que incluía colaboraciones de artistas como Antonio Vega, Tomatito o Enrique Bunbury. También probó suerte en el mundo del cine al participar con un papel secundario en una película de Miguel Jiménez. Por su parte, Marilia comienza a colaborar con otros grupos como Elefantes, y a mostrar su lado más comprometido apoyando iniciativas relacionadas con la igualdad de género y participando en conciertos benéficos. No en vano, es la autora de algunas del las letras más feministas del dúo, como Mujer Florero, que compuso antes de cumplir 20 años. "En aquella época además estábamos acostumbrados a escuchar en voces de mujer canciones de amor y de pérdida, y yo creo que en nuestros discos había una mirada a la que no estaban acostumbrados", contaba la cantante conquense en una entrevista en El Español.
No hay duda de que las vidas de ambas sufrieron un cambio radical, pero Marta aún estaba dispuesta a darle una vuelta más de tuerca y cruzar el charco. Llegó a Nueva York dispuesta a sentirse Carrie Bradshow de cita en cita por la gran manzana, tal y como ella misma confesó, pero antes de lo esperado conoció a su marido y se casó "en dos minutos", aseguró en declaraciones a El Mundo. Aunque su matrimonio se acabó hace algunos años, en el mismo periódico aseguraba llevarse bien con su ex, con el que tiene dos hijos. Ellos son la principal razón por la que no se planteaba volver a España, aunque ahora hará una excepción para hacer posible uno de los reencuentros más esperados de las últimas décadas.
A pesar del lógico duelo de sus seguidores, el grupo no llegó a desaparecer ya que Marta, tras probar suerte en solitario, no abandonó la idea de continuar formando parte del proyecto, aunque fuese sin Marilia. Rocío Pavón fue la nueva integrante del dúo, al que se incorporó en 2009 pero su unión no se prolongó más allá de 2013. "Ser (conocida como) la rubia de Ella Baila Sola no me molesta nada, siempre ha sido positivo, con cariño. Además, todas esas canciones que todo el mundo recuerda son mis canciones, cómo voy a renegar de eso", dijo Marta que en 2014 sacó su segundo álbum en solitario. No desistió, sin embargo, de su idea de devolver la gloria a Ella Baila Sola y tras la marcha de Rocío, con la que protagonizó un agrio intercambio de mensajes en redes sociales, María del Mar García se convirtió en su nueva acompañante, pero a la tercera no fue la vencida, y aún llegaría Virginia Mos, con la que sacó un nuevo disco en 2019.
Entre tanto, Marilia continuó su carrera como cantautora y presentó su primer trabajo en 2012, Subir una montaña, con el que comenzó una gira en Londres que la acabó llevando por las salas de España y México. Aunque su éxito fue mucho más discreto que el cosechando con el grupo, sirvió para hacerle de nuevo un hueco a ambos lados del Atlántico, donde continúa tocando su música y también participando en iniciativas benéficas en favor de la igualdad de género, como el Festival Ellas o el Save Gender Museum. Más allá de la música, el yoga, el pilates y la meditación son sus aliados en su día a día, muy alejado de la vorágine de los 90 que ahora tendrá la oportunidad de revivir, salvando las distancias. A pesar de lo diferentes que han sido los caminos de Marta y Marilia, no habrá que esperar a que los sapos bailen flamenco para volver a verlas juntas sobre un escenario y constatar que, para toda una generación, hay éxitos que son eternos.
Vuelve Ella Baila Sola después de 20 años: así será el esperado reencuentro de Marta y Marilia