Rocío Carrasco recordará esta noche en su documental uno de los episodios más duros de su vida: la muerte de su padre. Pedro Carrasco falleció el 27 de enero de 2001, a los 57 años, a causa de una parada cardiorrespiratoria cuando se encontraba solo en su domicilio familiar. Fue a primera hora de la tarde del citado día cuando su mujer, Raquel Mosquera, que había salido por la mañana a trabajar, cuando encontraba el cuerpo sin vida del mejor boxeador español de todos los tiempos. El matrimonio había quedado para comer y la ausencia de Pedro Carrasco puso sobre aviso a la peluquera. "El tiempo pasaba y a las 15.30 horas decidí dejarlo todo e ir rápidamente a casa, con el presentimiento de que algo le había podido ocurrir", contó entonces Raquel Mosquera en un comunicado. "Al llegar vi su coche en el garaje, subí las escaleras con mucha ansiedad y nerviosismo y, antes de abrir la puerta, oí como aullaba nuestro perrito; al entrar en el dormitorio encontré a 'mi niño' acostado en la cama, tapado", explicó en la nota.
Rocío Carrasco se enteró de la triste noticia en Sevilla, donde se encontraba con su entonces novio y ahora marido, Fidel Albiac. Fue fotografiada momentos antes de entrar en el tanatorio municipal de la M-30 y su rostro reflejaba un inmenso dolor. Rocío Jurado, por su parte, suspendió una gala en Barcelona y, acompañada por José Ortega Cano, se desplazó rápidamente a Madrid. "Es un momento muy duro para nosotros", declaró la artista. El diestro, por su parte, añadió: "Ha sido un gran golpe porque Pedro era mi amigo desde hacía muchos años".
Al velatorio del que fuera campeón de Europa de pesos ligeros en siete ocasiones también acudió Antonio David Flores, exmarido de Rocío Carrasco y padre de sus dos hijos, Rocío y David Flores. Allí coincidió con numerosos rostros conocidos, como Curro Romero, Andrés Pajares, Bárbara Rey, Lolita Flores, Ángel Nieto, Manolo Santana o Terelu Campos.
Los restos mortales de Pedro Carrasco recibieron sepultura un día después, el 28 de enero, en el cementerio de Carabanchel, entre escenas de dolor de los allí presentes. Su mujer se derrumbó por el sufrimiento y, tras arrojar un puñado de tierra sobre el féretro, tuvo que ser alejada del lugar. A su vez, Rocío Jurado arrojó una rosa que arrancó de una corona. Rocío Carrasco era un mar de lágrimas, conmocionada por la inesperda muerte de su padre. En tan duro trance, recibió el apoyo incondicional de Fidel Albiac.
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A pesar del día de viento y frío que amaneció en Madrid, una nube de gente acompañó en todo momento a los familiares del boxeador, que fue enterrado junto a su madre, Antonia García Horta, mientras el público gritaba 'campeón, campeón' y Raquel Mosquera, tremendamente desconsolada, repetía: "¡Aplaudid a mi niño!".
La relación de Rocío Carrasco con su padre
El accidente de tráfico que Rocío Carrasco sufrió el 12 de febrero del año 2000 supuso un punto de inflexión en la relación de esta con su padre, Pedro Carrasco. El motivo, según contó Rocío en su documental, el trato que recibió Fidel Albiac por parte de su familia tras aquel suceso. "Mi padre le dijo que era mejor que se fuera del hospital", aseguró, y más tarde, "le echaron de mi casa, cosa que no tenían derecho a hacer", añadió. A partir de entonces, tal y como explicó Rocío, se distanció de su padre. "Aunque él seguía yendo a verme, desde ese momento la relación con mi padre cambia durante un tiempo grande", confesó.
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