Zara Tindall, nieta de la Reina de Inglaterra, no llega al hospital y tiene que dar a luz en el cuarto de baño de su casa

Con la experiencia de haber sido madre en dos ocasiones anteriores, para Zara Tindall dar a luz no tenía ningún misterio; sin embargo, esta vez, no fue como esperaba. La hija de la princesa Ana y su marido, Mike Tindall, se llevaron, el pasado domingo 21 de marzo, un buen susto al ver que su tercer hijo iba a llegar al mundo mucho más rápido de lo habitual.

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Cuando la amazona se dio cuenta de que estaba de parto, este estaba ya muy avanzado y vieron que no les iba a dar tiempo para llegar al hospital, así que decidieron que su hijo nacería allí, en Gatcombe Park —la casa de campo de la princesa Ana—, como ha contado el jugador de rugby en el podcast The Good, The Bad & The Rugby, donde participó mediante videollamada. Por suerte, contaron con la ayuda de una amiga de Zara, Dolly Maude, que es comadrona y había estado con ella cuando nacieron sus dos hijas. “Afortunadamente, la amiga de Zara, Dolly, que ha estado en los tres nacimientos de mis hijos, estuvo allí y reconoció que no habríamos llegado al hospital a tiempo. Así que fui corriendo al gimnasio a coger una esterilla y ponerla en el suelo del baño, lo llenamos de toallas…”, decía, entre risas, una vez pasado el momento del parto, que cuenta que fue “de locos”.

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Sobre su mujer, dijo que se encontraba muy bien y reconoció que había sido “una guerrera, como siempre”. “Nunca podremos juzgar a las mujeres”, añadía sobre el momento mágico del parto. Mike asegura que, con la llegada de su tercer hijo, un niño al que han llamado Lucas Philip, ya “se plantan”. También dice que sus hijas mayores, Mia, de siete años, y Lena, que cumplirá tres a mediados de junio, están muy emocionadas con la llegada de su hermanito.