En los últimos episodios de Rocío, contar la verdad para seguir viva Rocío Carrasco ha ahondado en cómo fue su separación de Antonio David Flores. La hija de la cantante ha explicado que su única preocupación eran sus hijos y que pudieran vivir una infancia tranquila pese al divorcio. De hecho, la protagonista hacía referencia en más de una ocasión a la separación de sus propios progenitores, Rocío Jurado y Pedro Carrasco, la cual ha tachado de modélica. Ha sido precisamente en el cuarto capítulo de la serie, titulado Muera el amor, donde ha desgranado muchos detalles de su ruptura con Antonio David, desde cómo se lo comunicó a la familia hasta cómo conoció a Fidel Albiac, pasando por las acusaciones de infidelidad que su expareja lanzó públicamente sobre ella. Un relato que Rocío Carrasco ha narrado con total entereza, incluso adjuntando pruebas en más de una ocasión, pero con el que se ha venido abajo por completo en cuanto ha mencionado cómo ha afectado todo esto a la relación con sus hijos.
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Rocío Carrasco ha defendido que durante todo este tiempo no ha hablado jamás mal de Antonio David Flores de forma pública, ni ha dado ningún titular en ningún medio de comunicación: "Mis hijos no me pueden decir que en 25 años he hablado mal de su padre". La hija de la cantante ha explicado que, aferrada en la idea de que el divorcio no afectara a sus hijos, nunca les había contado su propia verdad sobre asuntos como sus supuestas infidelidades antes de la separación. Fue en ese momento cuando una de las entrevistadoras le dijo que Rocío Flores sí cree que engañó a su padre. "Tiene que enterarse de que no. Hoy es diferente, mi hija es una mujer prácticamente adulta", dijo Rocío Carrasco.
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La protagonista ha mantenido que su único objetivo ha sido proteger a sus hijos: "¿No crees que con esa sobreprotección estabas desprotegiendo a tus hijos ante la realidad de su padre?", le preguntaba una periodista. Era en ese preciso momento cuando Rocío Carrasco se derrumbaba y sin poder contener las lágrimas lanzaba esta reflexión a cámara: "Prefiero pensar que yo no he hecho daño a mis hijos... A lo mejor me he equivocado, todo lo que he hecho se me ha vuelto en contra, está claro (…) No ha sido ese el fin que yo perseguía... Prefiero pensar que yo no les he hecho daño y que con mi actitud he conseguido que sufrieran un poco menos... Por lo menos en esa edad y en esa etapa que son tan frágiles y tan vulnerables", ha explicado entre lágrimas.
"Lo más importante era que esos niños tuvieran a su padre y yo venía de una separación ejemplar y modélica. Yo pretendía que mi separación fuese de esa manera. De respeto mutuo, de implicación en terreno afectivo, material, escolar, aunque yo no quería tener nada con esa persona", ha continuado Rocío Carrasco, haciendo hincapié en cuáles eran sus intenciones y visiblemente afectada porque, al final, el resultado de cómo fue el proceso nada tuvo que ver con estas.
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