La historia de amor de Rocío Carrasco y Antonio David Flores comenzó en verano de 1994 en Chipiona, donde sus caminos se unieron de manera casual en una jornada de playa. Lo que ninguno de ellos podía imaginar es que cinco años después de aquella primera vez que cruzaron sus miradas su situación iba a ser tan diferente. Tras casarse como mostró en exclusiva la revista ¡HOLA! y formar una familia con la llegada de los pequeños Rocío y David, se separaron. Una vez que se lo comunicaron a su entorno comenzaron una nueva etapa marcada por algunos episodios complicados que ha detallado Muera el amor, el cuarto capítulo del documental en el que la única hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco rompe su silencio tras años de silencio.
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En su primera aparición televisiva tras su separación, Antonio David acusaba a la madre de sus hijos de haberle sido infiel con José Parra, del que Rocío se ha pronunciado puesto que a raíz de la visita de este amigo en Madrid se produjo un tenso momento. "José Parra era amigo de la pandilla de Chipiona, vivía en Sevilla pero veraneaba allí. Me llamó para decirme que venía a Madrid y le invité a venirse a casa porque además conocía a gente de mi pandilla de aquí. Estuvimos en mi casa él, Iván, Arturo, Silvia y más gente tomando pizza, viendo unas películas... Por la noche se van todos. Nos quedamos el personal de servicio, mi hija, mi enano y yo", recuerda del inicio de esa noche en la que alguien "avisa a esta persona y le dicen que alguien está conmigo en mi casa".
A la mañana siguiente cuenta que escuchó el timbre y la voz de su exmarido, que había venido con su familia desde Málaga, diciendo ¿dónde está, dónde está?. "Supongo que estaría buscando a la persona que le habían dicho que estaba ahí. Yo bajé en camisón y pregunté qué está pasando. Ahí ocurre un hecho que es que bajo las escaleras y estoy en el segundo peldaño, donde había una estatua que era una réplica del monumento de mi madre de Chipiona. En ese momento él me pega un empujón y me doy con esa estatua, de la que se rompió uno de los dedos", relata Rocío, quien indica que el padre de sus hijos "quería una foto de ese chico saliendo de mi casa". En ese sentido indica que tiene un acta notarial en la que Milena, la persona que trabajaba en casa, dice que Antonio David "dejó la puerta del garaje abierta para que los fotógrafos hicieran fotografías".
Los problemas de su relación
Antes de poner punto y final a su matrimonio, la pareja ya había atravesado varios baches de los que ella misma ha hablado en las anteriores entregas de Rocío: contar la verdad para seguir viva. La hija de 'La más grande' sostiene que cuando vivieron juntos en Argentona (localidad catalana a la que ella se trasladó nada más llegar a la mayoría de edad) sufrió "agresiones verbales" y que con el paso del tiempo "la cosa pasó a mayores". En verano del 98, cuando estaba embarazada por segunda vez, según Rocío, su marido le fue infiel con la camarera de un pub de Chipiona con la que habría mantenido una relación extramatrimonial. También relata que tras una discusión el ex Guardia Civil "me cogió en volandas del camisón y me sacó medio cuerpo por fuera de la ventana".
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