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Último giro de tuerca en medio del terremoto provocado por el documental de Rocío Carrasco, una polémica que toca y afecta directa o indirectamente a un buen número de personas del círculo más o menos cercano de la protagonista. Así, este mismo Viernes Santo sobre la diez de la noche tenía lugar un reencuentro de lo más sorprendente entre dos mujeres que llevaban prácticamente una década sin hablar. Nos referimos a Terelu Campos y Rocío Flores, quien al parecer han cruzado sus caminos sin querer pero el destino ha querido que así ocurriera, precisamente ahora en un momento tan delicado como éste. La colaboradora de Viva la vida ha contado que se topó con la hija de Rocío Carrasco de manera "absolutamente casual" a las puertas de un popular y céntrico local de la capital "al que solemos ir" a tomar algo. "Madrid parece muy grande pero en realidad es muy pequeño", decía con ironía al hablar de una situación que ni ella misma se esperaba que ocurriera.
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Terelu Campos nos habla del dolor de Rocío Carrasco
Eso sí, este choque fortuito y accidental apenas duró unos segundos puesto que "pasó por delante de mí y le dije: Hola, Rocío", relata la hermana de Carmen Borrego, a lo que "ella me miró" y respondió educamente con el mismo saludo. Después, "cruzó la calle y se fue, nada más", explica la hija de María Teresa Campos, que en ese instante cenaba con sus compañeros de Telecinco, Diego Arrabal y Kike Calleja. Por su parte, Rocío Flores se encontraba en ese momento con su tía e íntima, Gloria Camila, que habían salido juntas. "Me sabe mal porque ellas querían entrar (al sitio en cuestión)", decía Terelu, pensando que las dos jóvenes se echaron para atrás y habrían decidido marcharse al verles allí. "Jamás en la vida la molestaría", ha remarcado Terelu. Sin embargo, "eso no fue así" porque lo cierto es que Rocío Flores y la hija de Ortega Cano "se iban" del lugar, puntualizaba en plató Ana María Aldón, conocedora de los hechos por lo que le contó posteriormente Gloria Camila.
Rocío Carrasco y las Campos: una amistad sólida e inquebrantable que ya dura 25 años
Aunque haya sido de manera tan fugaz, hasta ayer habían pasado nueve años, "por lo menos", de la última vez que contactaron Rocío Flores y Terelu Campos, gran amiga y defensora de su madre, Rocío Carrasco. Durante todo este largo tiempo, solo coincidieron una vez "en una fiesta o cumpleaños" celebrado en una mítica discoteca madrileña, si bien aquel día no cruzaron palabra. Mientras, para rizar más el rizo en un día de emoción contenida, este viernes por la mañana la hija de Antonio David quedaba para comer con la familia de José Ortega Cano al completo. ¿Cómo la vio Ana María, presente en el almuerzo del restaurante?: "Con el semblante serio y triste", revela la mujer del torero, destacando que Rocío Flores suele ser "una chica muy alegre". Ahora, como es lógico, la joven es una de las grandes damnificadas de todo este torbellino que no le debe estar resultando nada fácil de digerir.
Terelu Campos y Carmen Borrego revelan cómo se encuentra Rocío Carrasco tras el documental