Pocos días antes del inicio de la crisis sanitaria, Cristiano Ronaldo recibía una preocupante noticia: su madre había sufrido un derrame cerebral. Afortunadamente, todo quedó en un susto y gracias al trabajo de los médicos y al amor incondicional de su familia, Dolores Aveiro ha ido poco a poco recuperándose y retomando su actividad. Así lo ha explicado ella misma en una entrevista concedida al programa Dois às 10 de la televisión lusa, donde ahora que se ha cumplido el primer aniversario de esta 'nueva vida' ha detallado cuáles fueron los primeros síntomas que notó, la rapidez de con la que actuó el futbolista, cómo reaccionaron sus seres queridos y la promesa que hizo si conseguía superar este bache.
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Dolores, que además de Cristiano tiene tres hijos más (Hugo, Elma y Katia) ha explicado que se levantó para ir al baño y se cayó. Al intentar levantarse se dio cuenta de que tenía paralizado el lado izquierdo del cuerpo y se puso en contacto con su pareja, José Andrade, para contarle que no se encontraba bien y que llamase a emergencias, aunque no sabe cómo llegó al hospital. "Cristiano llamó al médico de Italia y gracias a Dios me operaron. Mucha gente no tiene la misma suerte que yo", reconoce. Sin poder contener la emoción reconoce que pensó que era el final para ella y que aunque la familia no quería preocuparla, todos estuvieron llorando. "Cuando vi a mi nieto mayor, Cristianinho, venir a visitarme pedí a Dios que no me llevara. Me conmovió que me dijera que no me muera. Siempre que me llama me pregunta si estoy mejor", relata.
Una recuperación positiva y una promesa por cumplir
En estos doce meses, la suegra de Georgina Rodríguez ha estado trabajando con un fisioterapeuta para ir mejorando poco a poco la movilidad y fortalecer. "Salí del hospital caminando, pero me afectó al lado izquierdo, la boca, la pierna, el habla... Hoy hace un año vi mi vida casi correr entre mis dedos", ha dicho a la periodista Maria Botelho Moniz consciente de lo afortunada que ha sido. "Mucho ha cambiado, pero puedo moverme", resalta. De hecho, para agradecer lo bien que se encuentra (también ha superado en dos ocasiones el cáncer) tiene pendiente visitar a la Virgen de Fátima para cumplir con la promesa que hizo y espera que pronto mejore la situación para poder ir.
Durante este emotivo relato en el que Dolores, de 66 años, ha revivido uno de los peores capítulos de su vida, también ha recordado con gran sentido del humor una anécdota que protagonizó en el hospital. Dice que cuando abrió los ojos no sabía qué podía pasarle y vio a su lado a su hija mayor, a la que le dijo: "Elma, no te he dado el código de mi caja fuerte. Le di el número y me dijo que no quería saberlo. Cuando la abrió, supe que mi memoria estaba tan bien como siempre", ha narrado entre risas.