Carlos Fitz-James Stuart y Belén Corsini están rematando los detalles de su boda, prevista para el próximo 22 de mayo, en los jardines del madrileño palacio de Liria. La semana pasada, el hijo menor del duque de Alba, de veintinueve años, y su prometida, de treinta y uno, visitaron la iglesia de San Marcos, de la capital, para gestionar el pertinente expediente matrimonial previo al enlace. No será el párroco de este templo, Francisco Pérez, el encargado de oficiar la ceremonia, sino Ignacio Sánchez-Dalp. Este sacerdote sevillano, que hace unas semanas impartió a los contrayentes el preceptivo cursillo prenupcial, está muy unido a la familia Alba: en 2011, casó a la duquesa Cayetana con Alfonso Diez, y, en 2018, hizo lo propio con los duques de Huéscar. El padre Ángel también podría participar en el acto religioso.
Tras abandonar el templo, el conde de Osorno y su prometida dedicaron esa mañana a examinar la remodelación del que será su domicilio. Se trata de un inmueble cercano al palacio de Liria, en cuyo edificio también reside Fernando Fitz-James, hermano del novio, junto a su mujer, Sofía Palazuelo, y su hija, la pequeña Rosario, de siete meses.