A sus cuarenta y dos años, Rafael de Medina ha cumplido uno de sus grandes sueños. El hijo de Naty Abascal acaba de estrenar el espectacular barco que ha adquirido, recientemente, junto a su hermano, Luis Medina : un Leonardo Eagle 44. Se trata de un fabuloso velero de más de 13 metros de eslora, al que ha bautizado como ‘Feria’, en honor al título nobiliario que, en 2002, heredó de su padre. El aristócrata, que también es un avezado ciclista, ya cuenta con su propia tripulación, con la que, hace unos días, fue fotografiado entrenando en Sotogrande (Cádiz). Rafael posee una residencia de verano en esta urbanización de la localidad gaditana de San Roque. En esta ocasión, se desplazó hasta allí, gracias a su reglamentario carné de federado, para comenzar los entrenamientos oficiales de cara a las próximas regatas.
El diseño clásico del yate está inspirado en las embarcaciones que competían en los años 30 en la Copa América, el más emblemático e importante de los campeonatos de vela, y está equipado con la tecnología más puntera del momento. ‘Feria’ ha sido construido en los astilleros de Leonardo, que esta fábrica de alta gama tiene en Holanda y entre cuyos clientes se encuentran grandes fortunas.
Esta desconocida afición de Rafael de Medina por la náutica es cuestión de familia. Su bisabuelo Luis Fernández de Córdoba, XVII duque de Medinaceli, viajero y cazador infatigable, era dueño del barco ‘Twiga’, con el que se desplazó alrededor de todo el mundo. Con esta histórica embarcación compitió contra el ‘Hispania’, el velero del Rey Alfonso XIII. Hoy, ‘Twiga’ es propiedad de la familia Grimaldi, a cuyo acto de celebración por su centenario asistió, hace unos años, el propio Rafael.
La embarcación también es propiedad de su hermano, Luis. Los hijos de Naty Abascal han heredado la pasión por la náutica de su bisabuelo, duque de Medinaceli y viajero infatigable
Nueva vida en Madrid
Tras seis años en Barcelona, donde trabajó para Inditex, el duque de Feria y su familia han establecido su residencia en Madrid . Mientras que su esposa está centrada en el crecimiento de su marca homónima de moda de baño, el hijo de Naty Abascal ha fichado por WOW, una plataforma digital en la que comprar desde moda a tecnología, que tendrá su sede física en un edificio de 5.500 metros cuadrados, en el número 18 de la Gran Vía, de Madrid. Una nueva vida que marcha viento en popa y a toda vela.