El día que Rocío Carrasco llamó a Sonsoles, la supuesta amante de Antonio David Flores

El segundo embarazo de Rocío Carrasco no fue nada fácil y estuvo marcado por una supuesta infidelidad de Antonio David Flores, según contó este domingo la hija de Rocío Jurado. Todo comenzó en el verano de 1998, cuando dicidieron irse a Chipiona a pasar las vacaciones. "Iba todo bien, playita, mi embarazo, mi niña... éramos una pareja muy joven y salíamos por la noche, hasta que un día, como a mediados de julio, yo empiezo a ver cosas que no me gustan con una determinada chica, Sonsoles", comenzó diciendo. En ese momento, Rocío tuvo una conversación con Antonio David porque quería saber lo que estaba pasando entre ellos, sin embargo, "su respuesta era que yo estaba loca, que el embarazo me estaba afectando a la cabeza, que veía cosas donde no las había, que las hormonas me estaban sentando muy mal".

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Sus sospechas, según el testimonio que contó en el documental "Rocío, contar la verdad para seguir viva", se confirmaron una noche de fiesta. "Vi que tardaba y fui a buscarlo, la curiosidad mató al gato, lo vi comiéndose la boca con la tía detrás de la barra", relató. Entonces "entré en pánico, empecé a llorar, me dolía mucho la tripa, le decía por favor me llevara a casa, pero me dijo: '¿Te quieres ir a casa? Yo no te llevo, te vas andando, yo me quedo con esta'. Y me fui andando a las seis de la mañana, llorando por toda la calle", detalló. Tras este episodio, Rocío toma la decisión de separarse de Antonio David. "No sabía cuando y cómo, pero sabía que eso se había terminado", puntualizó. "Si me llega a pillar sin estar embarazada ese no entra por la puerta de mi casa. No era que hubiera herido mi orgullo de mujer, era que yo estaba esperando a un hijo suyo, me estaba faltando el respeto como madre", añadió.

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El verano terminó y la pareja regresó a Madrid. "Me voy con cierta esperanza y felicidad, pienso que poniendo distancia de por medio, muerto el perro, se acabó la rabia", relató Rocío, sin embargo, "empieza otra vez el sinvivir, el desasosiego, el saber que se ha ido a Sevilla que era donde estaba Sonsoles". A finales de octubre, después de la celebración del segundo cumpleaños de su hija, La hija de Rocío Jurado reacciona al ver una factura de teléfono de 263.000 pesetas. "Según voy viendo el número se me empiezan a dormir las manos y empiezo a no poder respirar y el corazón empieza a bombear fuerte… Me acuerdo que mi prima Rosario era amiga de Sonsoles. La llamo y le digo: '¿Tienes el teléfono de Sonsoles?' Y empiezo a ver que los números son los del teléfono y empiezo a llorar y llorar", aseguró.

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Cuando Antonio David llegó a casa, Rocío le pidió explicaciones mientras sufría un ataque de pánico. "Él me decía: 'Ya estamos otra vez, loca, que estás loca, eres una enferma, estás loca y vas a malparir, los celos te están volviendo loca'", narró, y entonces hizo algo de lo que, según contó, no se siente muy orgullosa. "Cogí y marqué el teléfono. No me enorgullezco, pero lo hice. Se puso una señora, su madre, supongo, y pregunté por Sonsoles. Me dijeron que no estaba y dije: 'Soy Rocío Carrasco, la mujer del novio de su hija'. La señora preguntó: '¿Cómo? Y digo: 'La mujer del novio de su hija. Vaya preparando una habitación para el novio de su hija que se va con usted'".

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Tras esta llamada, Rocío le pidió a Antonio David que hiciera las maletas y se fuera de casa, pero "se puso a llorar hincado de rodillas y diciendo: 'Por Dios esto es un escándalo, cómo me voy a ir, que yo te quiero'". Finalmente, no se marchó, pero a partir de ese momento, la pareja no tuvo "ningún tipo de relación". "Era difícil porque en esa casa estaba mi madre y José. Cuando coincidíamos todo bien. Tú te vas a tu curro y yo a mi cuarto… parece que lo hice tan bien que nadie se dio cuenta hasta el día que dije que me separaba". Ese día llegó en 1999, tras el nacimiento y posterior recuperación de su hijo David porque, tal y como aseguró Rocío, "no iba a permitir que mi hijo naciese y no estuviera su padre al lado, hubiera hecho lo que hubiera hecho".

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