Nadie duda ya, a estas alturas, de que Bradley Cooper e Irina Shayk son unos ex muy bien avenidos. Tras su ruptura, en la primavera de 2019, el actor y la modelo llegaron a un acuerdo de custodia compartida de su hija y establecieron las bases de una buena relación por el bien de la niña.
Y así lo han llevado a rajatabla, conscientes de que dejaron de ser una pareja, pero no una familia unida. Por eso, es habitual verlos compartiendo tiempo por separado y los tres juntos. Como estos días pasados, cuando Lea de Seine llevó dulces al cole al que acude, en la zona del Soho —cerca de las casas de ambos—, para celebrar su cuarto cumpleaños por adelantado. La pequeña sopló las velas el domingo 21 de marzo y de nuevo reunió a su famosos padres, que no quisieron perderse el inolvidable gran día de su princesa. En una reciente entrevista en Elle la top rusa, que desea que su hija aprenda su idioma de origen, tildaba al actor como “el padre más increíble” que pudiera tener Lea. Una sinceridad que, más allá de evidenciar la buena sintonía, ha vuelto a avivar los eternos rumores sobre una hipotética segunda oportunidad.