Amanda Seyfried no se lo podía creer. Estar nominada a un Oscar es para ella un sueño hecho realidad, pero no solo porque opta por primera vez a llevarse la preciada estatuilla dorada, sino porque su película Mank es la gran favorita de esta edición con diez nominaciones. Solo hay un pensamiento que la entristece por un instante y es el hecho de que su padre no haya podido asistir al rodaje en el que da vida a Marion Davies como estrella del cine. Jack Seyfried es un gran amante del cine clásico. Su viaje a California para ver a su hija estaba programado para febrero de 2020, pero su padre enfermó y poco después el rodaje de Mank terminó. "Era la única vez en mi vida que era importante para él estar en el plató porque todo era real, David Fincher creó un mundo real”, dijo Amanda Seyfried. "Es una gran pena", lamentó la actriz que recuerda que creció entre proyectores, películas de nitrato y carretes, ya que su padre es un apasionado del séptimo arte.
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La protagonista de Mamma Mia, de 35 años, ha conseguido así optar por primera vez a una estatuilla tras más de dos décadas de carrera. "Es un gran punto de inflexión para mí", ha declarado la actriz para The Hollywood Reporter tras enterarse de su nominación. La película está ambientada en los años 30 y se centra en la vida del alcohólico Herman J. Mankiewicz, guionista de Ciudadano Kane, la película que Orson Welles estrenó en 1941 y una de las grandes obras maestras del cine. Seyfried da vida a Marion Davies, quien mantuvo una relación sentimental con el magnate Randolph Hearts. Las vivencias de Davies junto al empresario fueron la principal fuente de inspiración para Herman J. Mankiewicz, papel interpretado por Gary Oldman, y al que no le sorprende el éxito de Seyfried, sino más bien piensa que ya era hora. "Ella es increíblemente talentosa y estoy feliz por ella. No podría haberle pasado a una chica más linda", dice el ganador del Oscar por El instante más oscuro y también nominado por Mank.
Seyfried compite por el Oscar en la categoría de mejor actriz de reparto con Glenn Close por Hillbilly, una elegía rural, que pese a su larga carrera todavía no ha conseguido el Oscar, Olivia Colman, por El padre, que ya obtuvo la preciada estatulla por La favorita, la actriz búlgara Maria Bakalova por Borat 2 y la surcoreana Yuh-Jung Young, por Minari.
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Amanda Seyfried, con un bebé de seis meses y una hija de cuatro años, está agradecida de haber podido estar presente en numerosas entregas de premios este año desde su casa de campo en el norte de Nueva York. "Que esto suceda por mi propia actuación es un privilegio y no lo doy por hecho en ningún momento", dijo. "Pero no sé cómo hubiese hecho si no fuera virtual", dice la actriz sobre la presente temporada de premios. Los Oscar, tal vez sea la excepción, ya que la gala se celebrará de un modo presencial el próximo 25 de abril en Los Ángeles. Su madre es también de gran ayuda mientras su esposo, el actor Thomas Sadoski, está fuera de casa trabajando. El intérprete rueda actualmente Devotion y tiene pendientes de rodaje dos nuevos títulos, mientras que Amanda Seyfried acaba de rodar A Mouthful of Air y Cosas escuchadas y vistas y pronto se pondrá a las órdenes de Rebecca Jarvis en la miniserie de televisión The Dropout, de la que también es productora.