La primera entrega de la esperada serie documental Rocío, contar la verdad para seguir viva, en la que Rocío Carrasco ha decidido contar su verdad después de más de dos décadas alejada del foco mediático, sigue despertando reacciones entre sus allegados. Ana María Aldón, segunda esposa del torero José Ortega Cano, ha sido una de las primeras en hablar con ¡HOLA! sobre el documental. Declaraciones a las que se han sumado las de María Teresa Campos y su hija, Terelu, o Amador Mohedano, hermano de la recordada Rocío Jurado. Pero las palabras que más interés han despertado han sido las de Rocío Flores que, horas después de la entrevista de su madre, ha compartido un vídeo en sus redes sociales.
En él explicaba que, aunque intentó entrar en directo durante el programa para “tender un puente una vez más”, no se vio oportuno. Además, ¡HOLA! ha tenido acceso en exclusiva a las primeras imágenes de Rocío tras la demoledora entrevista de su madre, en las que se ve a la hija de Antonio David Flores hablando por teléfono a las puertas de un restaurante en el que se ha reunido con un grupo de personas.
Pese a la insistencia de la reportera, Rocío no ha querido añadir nada a las palabras que ha compartido a través de sus redes sociales. Ha preferido guardar silencio y que ese vídeo sea el único que refleje, al menos de momento, cómo se siente.
El 27 de julio de 2012, fue el último día que Rocío Carrasco vio a su hija que, en aquel momento, tenía 15 años. Desde ese momento la relación entre ambas y los motivos de ese enfriamiento siempre han sido una especie de misterio sobre el que ninguna de las dos se ha querido pronunciar. Salvo en mayo de 2020, cuando en la última prueba de Supervivientes, el reality en el que participó, Rocío se derrumbó asegurando que echaba de menos a su madre: “Quiero a mi padre tanto como a mi madre, a pesar de la distancia. Me encantaría tener una relación buena con ella”.