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La relación entre Rocío Carrasco y su hija, Rocío Flores, siempre ha estado en entredicho. La última vez que se vieron fue el 27 de julio de 2012, cuando la exconcursante de Supervivientes, que tenía 15 años, decidió irse a vivir a Málaga con su padre, Antonio David. Para la hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco fue "el peor día de su vida", tal y como ella misma ha relatado en la serie documental Rocío, contar la verdad para seguir viva. Ha pasado ya casi una década desde que la relación se rompiera, pero ninguna ha querido hablar nunca de los motivos que produjeron este distanciamiento. "Quiero a mi padre tanto como a mi madre, a pesar de la distancia. Me encantaría tener una relación buena con ella", aseguraba Rocío Flores durante su experiencia en Honduras, donde decía, entre lágrimas, que echaba de menos a su madre. Ahora, y tras la emisión de los primeros capítulos del documental con el que Rocío Carrasco ha roto su silencio, la nieta de 'la más grande' ha contado que intentó entrar en directo durante el programa para "tender un puente, una vez más". ¿Quieres saber lo que ocurrió? Dale al play y escucha a Rocío Flores.
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