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Fue en abril de 2016 cuando el empresario Román Mosteiro , de cuarenta y dos años, supo por primera vez lo que era la fama. Entonces, el piloto Fernando Alonso y Lara Álvarez , presentadora de Telecinco, protagonizaron una sonada separación. Dos meses después de su ruptura, la presentadora comenzó a salir con este restaurador gallego, que, hasta hoy, nunca se ha pronunciado sobre su romance. Rompieron ese mismo 2016 y en 2017 lo volvieron a intentar, pero no fue posible. “ No encajamos como pareja ”, dijo ella. Sorprendentemente, en diciembre de 2020, fueron vistos juntos de nuevo. A la tercera no fue la vencida. Ahora, cada vez que Román ‘googlea’ su nombre lo primero que le aparece es ‘ex de Lara Álvarez’. Nos citamos con él en Silk and Soya, uno de los dos restaurantes de los que es socio en Madrid, y descubrimos su vida a día de hoy, su faceta como músico y su lucha por quitarse esa etiqueta que Internet no para de mostrarle.
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—¿Cómo te defines?
—Soy un gallego de La Coruña afincado en Madrid, empresario de hostelería y cantante. Sobre todo, soy muy soñador.
—Desconocíamos tu faceta de músico...
—A pesar de la pandemia, saqué un disco el año pasado. He apostado por sacar otro, que voy a lanzar pronto.
—Para los que aún no te han escuchado, ¿cómo definirías música?
—Pop-rock con acento del norte. Es algo que se sale un poquito de la industria actual. Estamos acostumbrados a escuchar reguetón o trap. Mi estilo va en la línea de cantautor, pero con mucha guitarra, como El canto del loco, Fito o Leiva.
—¿Quién es el artista soñado con el que colaborarías sin pensarlo?
—Me gustaría hacer cosas con Calamaro. Me encanta Shuarma… ¡y con Leiva sería una pasada! Obviamente, me encantaría con Julio Iglesias, que soy fanático.
—¿No pensaste nunca en presentarte en Operación Triunfo?
—Con Operación Triunfo recuerdo que lloraba viendo a los participantes. Se me saltaban las lágrimas, yo quería estar ahí, pero nunca he tenido valor. Me ha costado mucho enfrentarme a los miedos. He dado muchas vueltas a lo largo de la vida. Me he ido reinventando. Desde hace seis años, trabajo en este proyecto musical y he tardado en sacarlo hasta dos mil veinte.
—Además de empresario y músico, también eres famoso por ser el exnovio de Lara Álvarez. ¿Cómo has llevado el interés que has suscitado por relación?
—Si pones en Google mi nombre, es lo primero que te aparece. Al principio, te sorprende. Te ves en una revista y la gente te llama. Después, le vas quitando hierro y te lo tomas con humor. ¡Algo más que contar a los nietos! No dejo de ser una persona más o menos normal porque aparezca eso.
—¿Nunca te interesó la fama?
—Jamás. Me parece un orgullo conocer a Lara Álvarez, haber formado parte de su vida y seguir siendo amigos, pero me gustaría que, cuando me buscas, aparezca la faceta de Román empresario y cantante… ¡no la de ‘ex de…’!
—Hace poco se publicó que os habíais dado la tercera oportunidad. ¿Cómo está el corazón?
—Ahora mismo estoy soltero. No tengo veinte años. Cuando pasas por muchas relaciones, vas creciendo y te haces un poco más egoísta y empiezas a tener un poco más claro lo que buscas. Estoy abierto a todo y sigo creyendo en el amor. Me encantaría tener una familia y poder compaginarla con el mundo empresarial.
—Ahora tienes esta apariencia un tanto hipster, con el pelo largo y las gafas, pero llegaste a pesar más de ciento veinte kilos, ¿es cierto?
—He hecho deporte toda mi vida, pero hubo un momento en el que me metí a estudiar hostelería y empecé a trabajar en hoteles. Antes de empresario, fui director de hotel. Me comía el bufé entero. Me desmadré. De repente, me fui a los ciento veintisiete kilos. Ahora como muy sano y cuando hay que divertirse, me divierto, pero intento buscar un equilibrio entre el gimnasio y la comida.