Después de 25 años, Rocío Carrasco hablará por primera vez de su historia en el documental Rocío, contar la verdad para seguir viva. Un título elocuente que da algunas pistas sobre las razones que le han llevado a dar este paso decisivo. Sin embargo, en la entrevista que ha concedido tras la grabación del documental, que ha emitido íntegra Sábado deluxe, hemos podido ver no solo el cuadro completo tras todas las pinceladas de las impactantes declaraciones que se habían ofrecido hasta el momento, sino los verdaderos motivos por los que se ha sentado ante las cámaras para narrar en primera persona lo que ha vivido.
"Espero poder empezar a vivir con normalidad, solo espero eso, dejar de tener ese pánico y ese terror a levantarme por la mañana", ha confesado tras asegurar que vamos a ver "la verdad de 20 años". "Yo lo hago porque ya no tengo miedo, creo que ya está bien de linchar, ya está bien de ponerme en un mercado público e irme quitando cada día partes de mí y arrancándomelas. Creo que es algo que me debo a mí misma como mujer, como madre y como persona y creo que es algo que se lo debo a los míos", ha explicado. Entre esas personas con las que se siente en deuda, se encuentra su marido, Fidel Albiac, del que afirma que los medios de comunicación no han ofrecido una imagen ajustada a la realidad. "Fidel ha sido mi apoyo y mi terapia. Ha sido un corazón abierto y sin pedir absolutamente nada", ha asegurado.
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Rocío ya había explicado en otros fragmentos emitidos en los últimos días por qué se había mantenido callada hasta ahora, "por terror y por la cara de mis hijos", ha confesdo, antes de añadir que su única intención era "no contribuir al sufrimiento de dos niños". Sin embargo, en la entrevista íntegra desvela también cuál fue el momento determinante para que decidiese dar un paso al frente, una razón que en buena parte está incluida en el título del documental. "Se llama así porque hay un momento en mi vida donde yo toco fondo, y después de ese momento me doy cuenta de que esto tiene que cambiar, y de que las cosas tienen que cambiar y de que las cosas se tienen que saber", ha revelado.
Rocío es consciente de que sus palabras tendrán impacto en los demás implicados en su historia. "David, mi enano, es un ser feliz", ha dicho, mientras que "Rocío no sé si va sufrir o no, pero el caso es que me gustaría que lo vieran cuando fueran más mayores, porque al final ellos han sido víctimas de su padre y no me gustaría que sufrieran". En cuanto a su exmarido, Antonio David, lo define como un "ser egocéntrico y diabólico" que le ha "intentado hundir personal y mediáticamente". Tras conocer estas declaraciones, Rocío Flores se ha limitado a asegurar que se encuentra tranquila, mientras que su padre ha advertido de que tomará medidas legales contra su exmujer.