A sus cuarenta años, Ken Appledorn ha dejado de ser sólo el marido de Jorge Cadaval , el cincuenta por ciento de Los Morancos, y se ha ganado su sitio como actor por méritos propios. De ahí que, tras varios años dedicado a su gran pasión, la interpretación, empiece a recoger los frutos que le han llevado a trabajar en la serie Arde Madrid , de Paco León, en la última película de Woody Allen, Rifkin´s Festival y en el espacio de gastronomía Como Sapiens , que presenta el actor Miguel Ángel Muñoz en Televisión Española.
Ken, ¿cómo te ves desde el balcón de tus cuarenta años?
Mejor que nunca, jajajaja. Cuando miro hacia atrás, me hace feliz ver lo que he conseguido y, si miro hacia adelante, me ilusiona lo que está por llegar.
¿Alguna vez, en tu juventud, habías vislumbrado estar como estás a esta edad? ¿Te imaginaste alguna vez esta vida?
La verdad es que no, simplemente intento vivir el presente y estar bien. Gracias a Dios, soy una persona feliz por naturaleza.
En estos momentos, ¿qué es lo que más satisfacción te da?
No lo sé, no me he parado a pensarlo hasta ahora. Pero creo que es una combinación de cosas. Estoy muy feliz con mi pareja, estoy contento con mi carrera y me siento afortunado de poder trabajar como actor, una profesión muy inestable. Eso sí, si mañana tuviera que volver a dar clases de inglés, lo volvería a hacer encantado.
Haciendo balance, ¿crees que has construido la vida que querías o la vida te ha llevado donde estás ahora?
Un poco las dos cosas. Soy muy americano y tengo mi parte cuadriculada, de ahí que sea prevenido y, por ejemplo, intente ahorrar por si algún día llega un momento complicado. Por otro lado, llevo una vida sana, voy al gimnasio y empiezo el día con una frase o imagen positiva. Participo en clases de interpretación y leo entrevistas de actores de éxito y personas que han triunfado en algunos ámbitos de la vida para aprender de ellos. De los españoles he aprendido a improvisar y disfrutar más la vida. Uno siempre tiene cinco minutos más para aprovechar una cerveza en un encuentro inesperado. Hay que parar y disfrutar, no todo es trabajo.
¿Qué es lo que más te está gustando de esta etapa?
Me siento más contento conmigo mismo y me gustan mis orejones (jajajaja) Me dan carácter. Será que estoy madurando, pero tengo mejor humor que nunca.
Llevas quince años en España, ¿cuántas veces te has preguntado: “¿Qué hago yo aquí, en Sevilla?”
Todos los días. Me gusta hacerlo, porque me hace feliz. Cuando veo la Giralda, me doy un pellizco para comprobar que no es un sueño. Sevilla es una ciudad preciosa y yo tengo la suerte de disfrutarla a diario.
¿Cuántas veces te lo ha preguntado tu familia de Estados Unidos?
Ya menos. Al principio les constaba entender porque quería vivir en España, pero ven lo feliz que estoy y ya no me lo preguntan. Además han venido a visitarme y, más de uno, si no tuvieran niños y obligaciones, vendría a pasar conmigo una buena época.
¿Te ha resultado difícil adaptarte a la vida en Andalucía?
El primer año me costó bastante: el idioma, el humor, los horarios, el calor (jajajajajaja). Pero, con el tiempo, uno se adapta. Lo más duro fue no poder contar un chiste o participar en una conversación por el idioma y la falta de conocimiento del país.
¿Hay alguna costumbre española que todavía no entiendas?
El que se sirvan los cochinillos, las gambas o el pescado entero con cabeza incluida.
De las que conoces, ¿cuál es la que más te gusta?
La cerveza y las reuniones sociales y familiares. No hay que planear tanto y hay más espontaneidad a la hora de disfrutar la vida.
¿Qué tienes de español y qué conservas de tu vida americana?
Me encanta el jamón, me vuelve loco. De mi vida americana, me encantan los brownies, las galletas…
¿Te gusta ya más la gastronomía española?
En cuanto al cuchareo y el pescado. si. ¡Qué rico es un buen puchero! Pero sigue gustándome mucho una barbacoa americana y la repostería de mi país.
¿Jorge se ha adaptado a alguna costumbre de tu país? ¿Domina bien el inglés, como tú el español?
Jorge se adapta a todo, es un fuera de serie. Y sí, habla muy bien el ingles. En EEUU seguramente parecería nativo. A veces pienso que es más americano que yo.
Por cierto, lleváis casi veinte años juntos ¿cómo os conocisteis?
En un bar en Sevilla que se llamaba Isbilya. Empezamos a charlar y seguimos charlando a día de hoy.
Te has convertido en un actor de proyección nacional e internacional gracias a tus trabajos con Paco León y Woody Allen ¿cómo te surgió la oportunidad de trabajar con ellos?
Siempre a base de castings y de trabajos anteriores. Lo de Arde Madrid me salió por buenas referencias de una amiga mía y también mi jefa, Laura Alvea, que me dirigió en una película que protagonicé, The Extraordinary Tale, galardonada con muchos premios nacionales e internacionales. Recuerdo la llamada de Paco, pensaba que era una broma. Rifkin’s Festival me salió por un casting en el que buscaban actores con inglés que vivieran en Europa. A los pocos meses recibí una llamada pidiendo que me fuera a San Sebastián a trabajar con Woody.
¿Con Jorge te gusta trabajar o prefieres que vuestros caminos vayan por separado?
No me veo humorista. Podría interpretar a uno, pero no me veo con esta capacidad de humor que tiene tanto Jorge como su hermano César. Son unos cracks.
¿Qué proyectos tienes para este 2021?
De momento voy a participar en dos películas, Los Héroes de Barrio, de Ángeles Reiné, y El Universo de Oliver, de Alexis Morante. Estoy muy ilusionado y me encantan los guiones. También este año se estrena la película Malnazidos, de Javier Ruiz Caldera, donde se mezcla el humor con el universo de los zombis. Tengo una secuencia muy divertida que estoy loco por ver. También tengo una propuesta para participar en un programa con una conocida plataforma, a ver si sale.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido de la gran acogida que has tenido en Tik Tok?
Me lo enseñó mi sobrina Patricia, que es todo un profesional de la red social y me he enganchado. Soy inquieto. me gusta probarlo todo y, cuando alguna tontería me hace gracia, la comparto. Pero no esperaba una acogida así, en absoluto.