Un día sí y otro también. Mucho se lleva hablando sobre el litigio que ha mantenido David Bustamante con Francisco Manjón, el hombre que, en sus comienzos en el mundo de la música, fue su hombre de confianza y asesor. Un largo, duro y, hasta que ¡HOLA! lo sacó en exclusiva a la luz pública a finales de febrero, desconocido proceso, por el que el cantante, tras demandarlo por una presunta estafa, le reclamó medio millón de euros. No sólo eso, según pudo conocer también nuestra revista, el acusado se enfrentaba también a una petición de catorce años de cárcel y el pago de la deuda que, al parecer, el cántabro habría contraído con Hacienda, presuntamente como consecuencia de la gestión de su exhombre de confianza. Ahora, apenas un mes después, se ha dictado sentencia. Y no ha sido nada favorable para el extriunfito que, después de cinco años de litigio, ha perdido el juicio y ha sido condenado a pagar las costas del proceso. Ahora, tras conocerse la resolución, Francisco Manjón se decide a hablar claramente para, de una vez por todas, contar su verdad de lo que realmente ha sucedido.
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Francisco, ¿cómo te encuentras tras conocer la sentencia? ¿Cómo has recibido la noticia?
La he recibido con alegría, como no podía ser de otra forma, pero no puedo decir que esté exultante, porque hay mucho dolor y decepciones detrás de todo esto. Primero, porque yo consideraba a David, como creo que él a mí, parte de mi familia. De ahí que no haya llegado a comprender nunca su comportamiento después de poner fin a nuestra relación laboral. En segundo lugar porque cuando se filtró la noticia, que yo sé perfectamente que se hizo desde su despacho de abogados, estaba todo visto para sentencia. Eso causó un daño prácticamente irreparable. Y no sólo a mí, sino también a mi familia, que vio como se me acusaba delante de toda España de estafador y se pedía catorce años de cárcel para mí. He pasado los días más duros de mi vida hasta que se ha dictado sentencia.
¿Qué es lo que más te ha dolido?
La jugada final que te he comentado. Yo creo que tanto ellos como nosotros, y cuando hablo de nosotros incluyo a mi equipo de abogados, Guillermo Sojo Baena y Javier Vilaplana Ruiz, que han hecho un trabajo extraordinario, teníamos claro que el juicio podía inclinarse en un alto grado a favor mío. A pesar de eso, decidieron sacar esa noticia y de esa forma. No lo entendí y me dolió mucho porque yo nunca he trabajado con él como se trabaja normalmente para un jefe. Yo trabajaba para un amigo.
¿Durante cuánto tiempo?
Desde el año 2002 hasta el 2015.
Imagino que lo que más te habrá dolido ha sido la petición de cárcel.
Es lo que jamás entenderé. Me dolió porque, si él consideraba que tenía que reclamarme alguna cantidad y creía que le había perjudicado en algo, con haber ido a la vía civil era suficiente. Pero el someterme a la tortura de la petición de cárcel, no se lo voy a perdonar. Bueno…si, porque no soy rencoroso, pero me hace pensar que lo mejor que me puede haber pasado en la vida es no tener que volver a verlo ni saber nada de él.
Supongo que tampoco le podrás perdonar que haya implicado también a tu mujer.
También me dolió muchísimo. Todo el mundo me dice: “Estaría mal aconsejado por sus abogados”. Pero yo, que no ejerzo la abogacía pero trabajo rodeado de abogados, siempre digo lo mismo: “Lo que el cliente no quiere, no se hace”.
¿Es cierto que vuestros problemas comenzaron cuando Bustamante comenzó a tener problemas con Hacienda?
Sí, sí. Así es. Pero esos problemas no sólo los ha tenido él, sino todos los artistas, presentadores o actores que en su día empezaron a facturas a través de sus sociedades. Hacienda decidió cambiar el criterio y les obligó a declarar por IRPF y no por sociedades. Lo único que le hicieron a David es transparentarle esa sociedad , que es así como se llama el trámite, o sea, pasarle los rendimientos de la sociedad a rendimientos como persona física. A él nunca le han acusado de tener dinero fuera, de haber evadido dinero, ni nada por el estilo. A él le han hecho lo que le hicieron a todos y lo que le habían hecho un año antes a su mujer, Paula. Exactamente igual.
Nunca hubo posibilidad de llegar a un acuerdo sin llegar a juicio.
Yo creo que sus abogados nunca lo propiciaron, porque a mi si me consta que los míos si lo intentaron pero no llegaron a un acuerdo. Yo tenía clarísimo que no le debía nada y podíamos haber hablado y haber evitado todo esto. Pero cuando ví la petición de cárcel, ya no quise saber nada. Lo que quise es recurrir a la Justicia y que esta me diese la razón.
¿Piensas que va a recurrir la sentencia?
Estará en su derecho, pero, si me permite un consejo, me parece que no va a conseguir nada. Lo digo porque la sentencia es contundente. Además, hay que tener en cuenta otra cosa, que la sentencia es en segunda instancia y para recurrir tendrá que acudir al Tribunal Supremo, a donde no se llega por cualquier circunstancia y donde los hechos probados ya no los puedes cambiar. Como él pidió para mí más de cinco años de cárcel, el juzgado competente era la Audiencia Provincial de Madrid y no un juzgado de instrucción como hubiera sido lo normal. Además, el Tribunal Supremo no suele admitir normalmente recursos en segunda instancia.
¿Las costas del juicio las tiene que pagar él?
Sí.
Se ha dicho que la suma asciende a 60.000 euros
No sé qué cifras se dicen, la verdad. Sé que son unas costas elevadas porque pedía mucho dinero, pero yo no le he dicho todavía a mis abogados que las calculen.
¿Vas a olvidar todo esto o tomarás medidas?
Lo que quiero es pasar página y olvidarme de esta etapa de mi vida. Un periodista me preguntó hace unos días si le guardaba rencor a David, o si lo odiaba, y yo le respondí con una frase que dijo en su momento Groucho Marx: “Si tuviera tiempo de pensar en ti, te odiaría”. También está el dicho de “no hay mejor desprecio que no hacer aprecio”.
¿Cómo surgió tu amistad con David?
Surgió en 2001, cuando participó en Operación Triunfo. A mí me llamó la atención, porque no era el concursante que más simpatía despertaba pero empaticé con sus las ideas que transmitía. Empecé a defenderlo y la verdad es que la defensa fue fructífera. A raíz de eso, su familia se puso en contacto conmigo, quedé con ellos en una gala de Antena 3 TV en la que actuaba David, nos conocimos y empezamos a hablar de trabajar juntos. Así hicimos hasta el 2015, que fue cuando rompimos nuestra relación profesional y personal.
Se dijo que tenías muchas cosas que contar de él, ¿lo harás algún día?
Nunca jamás. Y no contaré nada de su vida privada porque nunca lo he hecho y, sobre todo, por respeto a su hija, a quien conozco desde que nació. Ese respeto no lo ha tenido él con mis tres hijas, a quienes también conoce y a las que ha tratado siempre como si fueran de su familia.
¿Todo esto les ha afectado mucho?
Lo han pasado fatal, porque son mayores y no se lo hemos podido ocultar Dos de ellas están estudiando derecho. En nuestra casa, se ha vivido un infierno propiciado por esta noticia que un buen día sale a luz acusándome de estafa y pidiéndome catorce años de cárcel y quinientos mil euros de indemnización El cantante, el artista, el personaje público famoso puede hacer suya esa frase de “que hablen de mi, aunque sea mal”. Yo, no. Yo vivo en un entorno provinciano donde todos nos conocemos y para mi ha sido horroroso. No te lo puedes ni imaginar. He recibido muchísimas muestras de cariño, más de las que esperaba, pero han intentado hacerme un daño que ni me explico ni me explicaré nunca. Por eso lo que que me apetece es terminar esta historia, pasar página y reconstruir mi vida.
¿Con Paula, la exmujer de David, has llegado a tener algún contacto durante este tiempo?
Cuando yo rompí relaciones con David, su matrimonio ya estaba mal, así que, cuando me aleje de él, me alejé también de Paula. Después, cuando se publicó la noticia del litigo en ¡HOLA!, ella se puso en contacto conmigo a través de terceras personas para manifestarme que no podría aparecer dándome ningún tipo de apoyo porque David es el padre de su hija. No pasa nada, lo entendí perfectamente, pero, en cierto modo, me manifestó su comprensión.