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El último invitado que Kiko Rivera ha recibido en su espacio de entrevistas En casa con Kiko ha sido su tocayo, Kiko Matamoros. Con él ha compartido una charla distendida, llena de reflexiones sobre la actualidad y sobre sus respectivas vidas en la que el colaborador de Sálvame ha hecho una inesperada revelación sobre su estado de salud. Nada más arrancar el programa, Matamoros ha desvelado la noticia de que tendrá que volver a someterse a una intervención quirúrgica, en esta ocasión relacionada con una prótesis. "Voy a tener que pasar otra vez por talleres", decía el tertuliano intentando tomarse con el mejor humor posible este contratiempo.
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Al comenzar la charla, el hijo de Isabel Pantoja preguntaba a su invitado cómo se encontraba, una pregunta a la que Kiko Matamoros respondió sin dar ningún tipo de rodeo: "Vengo del médico y no me han dado buenas noticias", decía dejando preocupado al conductor del espacio, que se mostró muy interesado en saber qué era lo que le habían dicho. "Me colocaron una prótesis que me tenía que quitar, aunque había muchas posibilidades de que se eliminara sola. Pero al final me van a tener que intervenir para quitármela, pero bueno…nada preocupante", explicó el colaborador de El debate de las tentaciones, mostrándose tranquilo en todo momento.
Una confesión que dejó a Kiko Rivera totalmente sorprendido, quien intentó darle ánimos en esta situación diciéndole que él es un hombre fuerte y que estaba seguro de que todo va a salir bien. "Yo soy un todoterreno", respondía entre risas Kiko Matamoros, que no quiso darle mucha más importancia a este nuevo revés médico que se interpone en su camino y mostrándose de lo más esperanzado, tanto con lo relacionado con su salud como con la situación general que estamos atravesando a causa de la pandemia. Eso sí, en cuanto a cuándo será su siguiente paso por el quirófano aún no ha desvelado nada.
Tendrá que someterse a esta intervención después de que el pasado verano tuviera que permanecer ingresado en el hospital por lo que inicialmente creían que podía ser una pancreatitis y terminó en una operación en la que tuvieron que extirparle la vesícula. Unos problemas de salud sobre los cuáles él mismo habló largo y tendido con Jesús Vázquez y que a simple vista se apreciaron en el enorme cambio físico del colaborador, que llegó a perder diez kilos de peso. Precisamente, fue en una de esas operaciones en la que los médicos colocaron dicha prótesis a Kiko Matamoros que, tal y como él mismo ha explicado, tendrán que quitarle en una nueva visita al hospital al no haberse eliminado por sí misma.
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