Satisfecha. Así es como se encuentra la hija de José María Iñigo, Piluca, tras ganarle junto a su madre, Pilar Piniella, y sus hermanos, Daniel, Eduardo y José María, la primera batalla judicial a la Seguridad Social, y subsidiariamente a TVE, en el pleito que su padre emprendió hace cinco años para que se reconociera el tumor que padecía como una “enfermedad laboral”.
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Fallecido en mayo de 2018 , el mítico e inolvidable periodista y presentador de televisión intentó probar que su enfermedad había sido causada a consecuencia de su exposición al amianto que recubría las paredes del Estudio 1 de Prado del Rey, un lugar en el que trabajó durante muchos años en programas como Directísimo, Fantástico o Estudio Abierto. Dos años después de su fallecimiento, una sentencia dictada por el Juzgado de lo Social nº 2 de Madrid ha declarado que la pensión de viudedad reconocida a la viuda de José María Iñigo deriva de una enfermedad profesional.
Piluca, ¿cómo va la batalla judicial que mantenéis tu madre, tú y tus hermanos desde hace años y que, en principio, os ha sido favorable?
La verdad es que estamos súper contentos porque hemos ganado el juicio por el que se le reconoce a mi padre que el cáncer que padeció, un mesotelioma maligno pleural, está vinculado directamente con la exposición al amianto que padeció en los estudios de Televisión Española y que, por tanto, su enfermedad era una enfermedad laboral. Es lo que queríamos demostrar, así que hemos recibido la noticia como un regalo por el día del Padre.
¿Pueden recurrir la sentencia?
Sí, ahora hay un plazo de diez días para que la otra parte decida si quiere presentar o no su recurso. En caso de hacerlo, dispondrán de treinta días para comunicarlo al Tribunal Superior de Madrid, que es el siguiente escalafón en la escala jurídica.
¿De momento, vosotros estáis satisfechos?
Sí. Al ser una enfermedad laboral, puede que la Seguridad Social le incremente a mi madre su pensión de viudedad. Hay otras historias, pero esos serán los siguientes pasos. El primer paso era esta demanda y la hemos ganado, así que ahora toca esperar y ver qué pasa. La Justicia es lenta, cosa que yo no sabía porque nunca había estado implicada en un juicio.
¿Qué es lo más satisfactorio de todo esto?
El zanjar algo que mi padre inició en vida y que no pudo verlo terminado. Para nosotros, ha sido un alivio moral. Por otra parte, nos encantaría que todo esto le pueda servir a otras personas que se han visto afectadas también por un mesotelioma a consecuencia de la exposición al amianto. Mi padre estaría contentísimo si su caso sienta jurisprudencia y, con ello, se puede ayudar otros. Ojalá que esas personas puedan ver, además, ese reconocimiento en vida y que no tengan que esperar tanto tiempo como hemos esperado nosotros.
El caso de José María Íñigo en Radio Televisión Española no es el único. Según la sentencia, una gran parte de los edificios de ese complejo se edificó en los años 70 y 80 y se recurrió a un aislamiento de amianto para su acondicionamiento acústico. Con posterioridad, ese material se consideró agente cancerígeno, por lo que ya, desde 1986, RTVE emprendió su retirada. Desde entonces, la corporación lleva años peleando por limpiar su sede del material con la demolición y reconstrucción de varios edificios. En 2019, sin embargo, un informe solicitado a una consultora de seguridad reveló que el amianto seguía presente en paredes, techos, aislamientos y conductos de climatización de varias instalaciones.