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Eddie Murphy dejó de aparecer en la gran pantalla en 2011. El actor ha reconocido años después el motivo detrás de esta decisión radical: un año antes había recibido el Premio Razzie al Peor actor de la década. Haciendo retrospectiva a los últimos largometrajes que había filmado, como Norbit o Soy Espía, decidió que antes de seguir haciendo "malas películas", en sus palabras, prefería centrarse en su familia. "Mi carrera, o lo que soy como artista, no es el centro de mi vida", explicó en Vanity Fair. "En el centro de mi vida se encuentra mi familia y mis hijos. Esta es la relación principal y el resto va después". A lo largo de su existencia, el actor ha tenido ¡hasta diez vástagos! En un reciente podcast, Eddie les ha quedido dedicar a todos ellos unas bonitas palabras. ¿Quieres oírlas? Dale al play y no te lo pierdas.
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