El pasado miércoles, coincidiendo con su vigésimo cuarto aniversario, la influencer Anna Ferrer presentó el nuevo proyecto que ha emprendido con su famosísima madre, la presentadora y humorista Paz Padilla : el lanzamiento de la línea de bolsos y complementos de su marca, No ni ná. Fabricadas en Ubrique (Cádiz), cuna de la marroquinería artesanal española, las coloridas piezas de la firma están inspiradas en Zahara de los Atunes. Esta localidad gaditana es muy importante para Paz: allí tiene una casa y allí se casó en 2016 con su segundo marido, Antonio Vidal, abogado y funcionario de la Junta de Andalucía, fallecido el pasado verano a causa de un cáncer. “Hemos querido plasmar esa caricia, las vacaciones, lo que sientes al lado del mar”, dijo la actriz sobre la historia detrás de la marca. La televisiva, de cincuenta y un años, se encontraba emocionada por iniciar esta nueva andadura al lado de su única hija, fruto de su primer matrimonio con Albert Ferrer, su exrepresentante. “Eres el mejor regalo que el universo me ha dado y espero que esto tenga continuidad”, comentó mientras la abrazaba y besaba.
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La semana pasada, Anna Ferrer protagonizó en ¡HOLA! un reportaje desde la playa de Zahara de los Atunes con los complementos de No ni ná. “Estudié Economía y, desde que acabé la carrera, he estado trabajando y buscando mi motivación. Ahora puedo decir que sé lo que quiero hacer con mi vida: la creación y dirección de una marca de moda es mi sueño”, confesó. Reto cumplido.