La música siempre ha tenido un papel destacado en el día a día de Sara Carbonero, y ahora que inicia una nueva etapa en el terreno personal no podía dejar de recurrir una vez más a ella. "Uno no puede tocar la música, pero ella sí puede tocarte a ti (y de qué manera lo hace). Cuando la vida te sobrepasa, cuando revientas de alegría, cuando la necesitas sin más...", decía hace unos meses al anunciar su vuelta a la radio. Horas después de anunciar mediante un comunicado el fin de su matrimonio con Iker Casillas parece haber encontrado nuevamente en este arte el mejor aliado para dibujar una sonrisa en su rostro y mirar al futuro con optimismo. Tras acudir a una fiesta infantil con sus niños, regresaba a casa y se divertía con un cajón flamenco con el que recordaba uno de los temas más populares de Camarón de la Isla, Volando voy, del que la periodista ha elegido una frase que parece cobrar ahora un especial significado: "Enamorao de la vida...”.
-Iker Casillas comparte una imagen en Sevilla después del anuncio de ruptura con Sara Carbonero
Junto a la chimenea, vestida con vaqueros, zapatillas y una sudadera con su inicial, Sara se anima a coger este instrumento y a probar sus propios ritmos con los que llenar su hogar de alegría en estos momentos de cambios. Y es que tanto para ella como para Iker se abre un nuevo capítulo después de más de diez años juntos. Ambos han dejado claro que el respeto, el afecto y la amistad permanecerán siempre, además cuentan con el apoyo de su círculo íntimo para este comienzo. De hecho, en la citada imagen que ella ha compartido disfrutando de la música, una de sus grandes aficiones junto a la literatura, ha recibido muchas muestras de cariño. "Esa flamenca bonita", ha puesto Isabel Jiménez, a la que considera parte de su familia; "Tan sencilla siempre, qué grande eres Sara", ha indicado Beatriz Luengo; "Qué ganas de verte y apretujarte", ha dicho La Flaka. Adriana Abenia, Sofía Ellar, Bibiana Fernández o Marwan, entre otros, también se han mostrado muy cercanos con ella.
Las imágenes que demuestran que seguirán siempre unidos
Casillas y Carbonero, que se casaron en secreto en una ceremonia civil celebrada el 20 de marzo de 2016, han decidido tomar caminos distintos como pareja, pero no como padres. De hecho, minutos después de anunciar su separación compartían una imagen de la intimidad de su hogar de La Finca mientras jugaban con Martín y Lucas, de siete y cuatro años, respectivamente, una partida de parchís. Pocos días antes los veíamos acudir los cuatro juntos a la casa de unos amigos (pulsa aquí para ver las imágenes de esa saluda) y también a la periodista y al exguardameta yendo a comer con Isabel Jiménez y su marido a un restaurante de Madrid, ciudad en la que se instalaban en verano después de cinco años viviendo en Oporto por los compromisos profesionales del deportista mostoleño. Además, cuando en febrero Sara estuvo ingresada en un hospital de la capital, Iker no se separó de su lado.
La familia que han formado juntos es su prioridad y ambos están volcados en el trabajo, donde también acaban de comenzar una nueva etapa. Sara está feliz con Que siga el baile, el programa de entrevistas que hace en Radio Marca, una empresa muy importante para ella puesto que fue allí donde dio sus primeros pasos profesionales. El periodismo lo compagina con el mundo empresarial gracias a Slow Love, la firma de moda que tiene. Por su parte, Iker ha colgado las botas tras el infarto que sufrió hace cerca de dos años (fue el 1 de mayo de 2019) pero sigue vinculado al fútbol. Actualmente ejerce como adjunto al director general en la Fundación Real Madrid, club en el que ha desarrollado la inmensa parte de su carrera, considerada una de las más exitosas de nuestro país. No en vano, tiene dos premios Príncipe de Asturias (uno de ellos como miembro de la Selección Española), ha ganado un Mundial y dos Eurocopas.