Sara Carbonero e Iker Casillas han confirmado este viernes su separación a través de un comunicado en el que remarcan el respeto que ambos se tienen y con el que han querido poner fin a las noticias que se estaban generando entorno a su situación. Ambos han compartido el mismo mensaje en sus redes sociales en el que explican su decisión: "Tanto Iker como yo nos sentimos enormemente orgullosos de la familia que somos y de haber podido compartir un amor que nos ha llenado de felicidad durante todos estos años de unión. Hoy nuestro amor de pareja toma caminos distintos pero no lejanos puesto que seguiremos juntos en la maravillosa tarea de seguir siendo padres dedicados como hasta ahora lo hemos hecho. Es una decisión muy meditada y que tomamos de mutuo acuerdo. El respeto, el afecto y la amistad permanecerán siempre. Nuestra prioridad es desde el cariño y el compromiso, compartir el bienestar y la educación de nuestros hijos y protegerlos para que crezcan en un entorno estable y saludable. Con estas palabras pedimos que por favor se respete nuestra intimidad en este momento de cambio. Estas serán las únicas palabras públicas que realizaremos en el presente y en el futuro. Muchas gracias por vuestra comprensión", reza el texto emitido por la pareja.
Una historia de amor de película
Sara e Iker han decidido poner fin a su historia de amor después de más de 10 años de relación. Ambos se conocieron en la Copa de Confederaciones de 2009 cuando ella trabajaba como periodista deportiva y él era el portero del Real Madrid. No fue hasta 2010 cuando hicieron oficial su noviazgo en el Mundial de fútbol con el famoso beso que el deportista dio a la periodista delante de las cámaras. Desde ese momento se convirtieron en una de las parejas más queridas y ejemplares de nuestros país, a pesar de que siempre han querido mantenerse al margen de la presión mediática. Ambos cambiaron su residencia en 2015 cuando el FC Oporto fichó por el guardameta español, motivo por el cual, Sara pidió una excedencia en su trabajo. Decidieron sellar su amor celebrando una boda discreta en 2016 a la que solo acudieron familiares y los amigos más cercanos a la pareja y que ambos recuerdan siempre con mucho cariño. El hasta ahora matrimonio tiene dos hijos en común, Martín, de siete años, y Lucas, de cuatro, que han vivido junto a sus padres muchos cambios en el último año. La familia se despidió de Oporto para instalarse en Madrid y comenzar una nueva etapa. Él, como embajador del Real Madrid y ella, en Radio Marca, donde triunfa con sus entrevistas. Además, la periodista está muy involucrada en su marca de moda, Slow Love, y en sus colaboraciones con la firma de joyas Agatha Paris.
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Momentos complicados
La ya es expareja ha vivido muchos contratiempos en los últimos años a los que han tenido que hacer frente más unidos que nunca. Sara se enfrentó en mayo de 2019 a un cáncer de ovario del que se recuperó tras una operación y un posterior tratamiento de quimioterapia. La enfermedad de la periodista llegó días después del infarto de Casillas que sufrió mientras entrenaba con su equipo en Oporto. La presentadora se encontraba en Cádiz por trabajo y cuando llegó al hospital no se separó de su marido en ningún momento. "Le cogí la mano, fue una cosa muy instintiva, tocar, yo quería tocarle, quería saber... una cosa era verlo y otra... le cogí la mano y ya no me separé de él hasta que me echaron del hospital", contó visiblemente emocionada. Hace unos meses el de Móstoles presentó un documental en Movistar+ sobre su carrera deportiva en el que recordaba con angustia aquel fatídico 1 de mayo de 2019. "Es como estar en una piscina, en el fondo, quieres salir y no puedes", explicó. Sara tuvo que pasar de nuevo por quirófano este mes de febrero, a su lado estuvo Iker Casillas, apoyandola como han hecho mutuamente todo este tiempo.