Por su profesión, Terelu Campos ha tenido la oportunidad de encontrarse con personalidades de lo más dispares. Como ella misma nos recuerda, ha conocido a actores de Hollywood de la talla de Shirley MacLaine o Charlton Heston. “Cuando me dio la mano, casi estuve una semana con dolor, de lo fuerte que me la apretó”, bromea la hija de María Teresa Campos sobre el protagonista de ‘Ben-Hur’. Además, la presentadora ha tratado personalmente con distintos miembros de la Familia Real, tanto con Felipe VI y doña Letizia, como con don Juan Carlos y doña Sofía. En conversaciones con ¡HOLA!, Terelu muestra su cariño especial hacia la reina emérita, con quien vivió unas curiosas anécdotas que ahora la presentadora nos cuenta en primera persona.
“Coincidí con don Juan Carlos y doña Sofía, cuando todavía no eran eméritos, en la inauguración de un cuadro del rey, en las instalaciones de Telemadrid. Por ello, le facilitaron mi camerino a doña Sofía , por si ella quería descansar en algún momento. Ahí la conocí y tuve la oportunidad de hablar con ella. Me hizo muchas preguntas: a qué hora llegaba, cuánto tiempo estaba en la tele, si me peinaban como yo quería o me obligaban a peinarme de alguna manera, si me maquillaban como yo quería… La encontré una persona que mostraba interés por lo que hacías y cómo era nuestro mundo. Es maravillosa, maravillosa. Encantadora.
“Doña Sofía me hizo muchas preguntas: a qué hora llegaba, cuánto tiempo estaba en la tele,si me peinaban como yo quería...”
Recuerdo una anécdota graciosa de ese día. Doña Sofía llevaba una chaqueta tipo Chanel y tenía un pelo en la chaqueta, en la parte superior del pecho. Mientras estábamos hablando, yo no paraba de mirarle el pelo, hasta que le dije “Majestad, disculpe”… Ella, muy cariñosa, me dio las gracias. En el acto, también estaba una presentadora de otra cadena… La reina me miró y me preguntó: “Pero, ¿ella trabaja aquí?”. Encones, yo le contesté: “No, pero nosotros somos tan espléndidos que invitamos hasta la competencia”. Ella se rio. La verdad es que me vino fenomenal que viniera la reina Sofía a mi camerino, porque me lo arreglaron y me lo pintaron entero –ríe–.
En esa misma ocasión, doña Sofía también preguntó por mi madre , que había sido invitada por Telemadrid, pero no pudo ir porque estaba trabajando, en directo, en Telecinco. Aun así, mi madre me dijo que, si la reina le preguntaba por ella, que yo le explicase el motivo de mi ausencia, como así hice. Las dos ya se conocían en persona de una recepción en el Palacio Real, de cuando mi madre trabajaba en Telecinco y en la Cope. En ese besamanos, mi madre sólo estuvo con ella unos segundos, para el saludo, porque no está permitido pararte a hablar con los reyes, pero doña Sofía tiró de mi madre y le dijo: “María Teresa, por favor, trabaja muchísimo. La veo por la mañana en Telecinco y la escucho por la tarde en la Cope” –ríe–.
“Me pareció lo más, es maravillosa en distancias cortas”
Yo siempre he sido juancarlista y monárquica. Nunca me he planteado otras cosas. Me llama la atención porque don Juan Carlos siempre ha tenido fama de cercano, pero doña Sofía me lo pareció más, que es maravillosa en las distancias cortas. Es una persona muy cálida. Sí, sí. Además, muy sonriente, aunque no sé si le gustó que fuera yo quien anunciara que su hijo se iba a casar con doña Letizia, pero es lo que tiene esta profesión –se ríe–.
A la reina Letizia no la he visto en persona, pero sí he hablado con ella por teléfono, siendo el princesa, cuando iba a tener a Leonor. Sin embargo, al rey Felipe me lo he encontrado muchas veces, en actos y también llevando a las niñas al colegio –la hija de Terelu, Alejandra Rubio, también estudió en el centro Santa María de los Rosales –. También coincidí con él cenando en Casa Tere, con Jaime de Marichalar y Jaime Fierro. Era en la época en la que yo trabajaba en Telemadrid y don Felipe todavía era príncipe, sin ni siquiera estar con doña Letizia. En el restaurante, don Felipe se encontraba con unos amigos y Jaime se acercó a saludarlo. Luego, don Felipe se acercó a nuestra mesa, súper cariñoso. Le preguntó a Jaime que qué hacían en casa y que si comían en casa, que se acercaba y comían así todos juntos. Todo muy natural. Él siempre ha sido muy cariñoso y muy afectuoso.”