José María Michavila y Alejandra Salinas se conocieron de manera casual en un concierto solidario, en 2017. Desde entonces, el exministro y la aristócrata son inseparables. De hecho, la pareja tenía previsto casarse este verano, pero, finalmente, ha decidido posponerlo debido a la pandemia.
“La boda se ha pospuesto hasta después del verano a causa de la crisis sanitaria”, ha explicado Michavila, que ha viajado de Madrid a Sevilla para asistir a la misa en memoria de Manuel Salinas , tío de Alejandra, fallecido recientemente. Están considerando casarse por la Iglesia, y tienen dos posibles escenarios para la fiesta: el palacio de Salinas, la casa del siglo XVI ubicada en el centro de la capital andaluza propiedad de la familia de Alejandra, o la finca que posee Michavila en Candeleda, Ávila, donde se casó su hija, Irene , en 2019.
Será la segunda boda para ambos. El abogado, de sesenta años, sufrió un duro golpe hace siete años, cuando su mujer, Irene Vázquez, falleció poco después de dar a luz a su quinto hijo, Juan. Por su parte, Alejandra es madre de dos hijos, fruto de un matrimonio anterior.