marta s nchez posa con su hija paula en hola © Pepe Botella

EXCLUSIVA

Marta Sánchez en un excepcional reportaje, posa por primera vez con su hija, Paula, y abre para ¡HOLA! las puertas de su casa

‘Las dos somos un poco cabezotas, ordenadas, presumidas y apasionadas. De mí, ha heredado el amor por la música’


Actualizado 10 de junio de 2021 - 17:44 CEST

De sus espectaculares casi cincuenta y cinco años (los cumplirá en mayo), treinta y cinco años lleva Marta Sánchez sobre los escenarios. Más de media vida alegrando la de los demás. Y ella, en un momento de paz en su vida y en su carrera, asegura que ahora disfruta más porque “todo es más tranquilo y no necesito demostrar nada”, desde el escalón de la confianza y la seguridad que otorga la experiencia. Como su nuevo single, Brillar, eso es lo que hace la artista junto a su hija, Paula. Madre e hija posan juntas por primera vez en un excepcional reportaje en su casa de Madrid, cuyas puertas abre para ¡HOLA! Aunque, matiza Marta, la presentó en nuestras páginas cuando tenía cuatro meses. Desde entonces, Paula, nacida de su matrimonio con Jesús Cabanas, ha estado alejada de los focos que iluminan a una estrella de la música como su madre, llevando una vida normal, de niña primero, de adolescente hoy. “Ahora que cumple la mayoría de edad, me apetecía tener este recuerdo”, nos dice Marta. Y con ella hablamos de su pasado, de su presente y del futuro.

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Marta Sánchez posa con su hija Paula en ¡HOLA!© Pepe Botella
“Paula sigue siendo una niña responsable. Y creo que lo seguirá siendo en su mayoría de edad. Tiene matices de mi carácter, de su manera de ser y actuar que me recuerdan a mí… Pero también tiene mucho de su padre”, nos dice Marta.

—“Estoy de nuevo aquí”. Esa es una frase de tu nuevo single, Brillar. ¿Es un propósito?

—¡Nunca me he ido! Sigo tan entusiasta, tan activa e ilusionada como en mis comienzos. Brillar es una canción que compuse antes del confinamiento, pero la letra la terminamos Carlos Toro y yo durante el mismo y quise invitar con ella a una vuelta y reinvención con positividad, después de este oscuro encierro obligado que ha supuesto esta pandemia para todos. Hay que volver a “brillar” y a bailar, cosa que espero que ocurra pronto.

“Es una niña con algo especial, noble, con muy buenos sentimientos. La veo hecha una “mujercita” y, aunque me dé cierta tristeza que “mi niña” ya no esté, me enorgullece ver cómo se va haciendo mayor…”

—De todas formas, Marta, lo que no puedes negar es que a ti te brillan los ojos cuando miras a Paula.

—Estoy orgullosa de ella. Es una niña con algo especial, noble, con muy buenos sentimientos. La veo hecha una “mujercita” y, aunque me dé cierta tristeza que “mi niña” ya no esté, me enorgullece ver cómo se va haciendo mayor…

—Es la primera vez que posas con ella, Marta. En cierto modo, hoy nos presentas a Paula.

—No es la primera vez que hago un reportaje con ella, os la presenté en ¡HOLA! cuando tenía cuatro meses.

—Ya han pasado casi dieciocho años.

—Sí, y ahora que cumple la mayoría de edad me apetecía tener este recuerdo.

—Se ve mucha complicidad entre vosotras. ¿Sois tan cómplices como parece?

—Sí, lo somos; las circunstancias de nuestras vidas nos han hecho viajar juntas, convivir juntas, nos conocemos muy bien.

© Pepe Botella
© Pepe Botella
“De esta casa me gustó su luz, algo fundamental para mí en un hogar, su amplitud, su orientación, su tranquilidad y su pequeño jardín. Está cerca del centro y del aeropuerto, algo vital para mí”, ríe la cantante, que lanzó recientemente su nuevo single, Brillar.

—¿Qué tipo de madre eres con ella, exigente o, por el contrario, permisiva?

—Intento inculcarle los principios y la educación que mis padres me enseñaron. En toda educación, hay mucho de exigencia, pero (procuro ser permisiva), a veces, peco de permisiva…

—¿Y te consideras amiga de tu hija?

—No. No creo en la amistad entre madres e hijas. Lo que sí creo es que hay un vínculo inexorable y único entre nosotras.

—¿Te ves reflejada en ella de alguna manera?

—Sí. Tiene matices de mi carácter, de su manera de ser y actuar que me recuerdan a mí… Pero también tiene mucho de su padre.

“Es una casa con una decoración ecléctica, tiene un poco de aquí y de allá, de mis viajes y de las compras que he ido haciendo. Es una casa alegre y yo me quiero sentir ahora con mucho optimismo”

—¿Paula quiere seguir tus pasos? ¿Ha heredado tu pasión por la música?

—Paula tiene un gran potencial artístico. La música es una de sus grandes pasiones y te diría que sin ella no sabe vivir… Todos los días escucha música, sin excepción. Tiene un oído y una afinación muy desarrollada, pero no me atrevo todavía a aventurar su inclinación profesional.

—¿Hará una carrera o tomará otro camino?

—Quiere estudiar.

—¿Cómo te gustaría verla en el futuro?

—Paula es perspicaz, intuitiva y sabe lo que quiere. Me gustaría verla como una mujer fuerte, que ha aprendido de los momentos difíciles y que no perderá ese corazón que hace que todo el mundo quiera estar con ella. Pero, sobre todo, feliz, con salud e ilusionada con los proyectos que elija en la vida.

© Pepe Botella
La cantante, en su despacho, repleto de los reconocimientos y premios de treinta y cinco años de carrera.

—Alguna diferencia, algún desencuentro por eso de la adolescencia habréis tenido.

—No creo que nada más destacable que los que tenía yo con mi madre cuando tenía su edad…

—Y ahora está a punto de cumplir dieciocho.

—Paula sigue siendo una niña responsable. Y creo que lo seguirá siendo en su mayoría de edad.

“Lo bueno de cumplir años es la experiencia que uno adquiere. Me siento en un momento pleno y muy a gusto conmigo misma”, nos dice Marta, que lleva treinta y cinco años en el mundo de la música

—¿Qué clase de consejos te pide? ¿O quizás es ella ya quien te los da a ti?

—Me consulta sobre las típicas inquietudes que se tienen a su edad… Sentimientos, apreciación de la amistad, entender los tiempos venideros, moda, chicos… Ella me da consejos musicales, de tendencias nuevas; está muy al día y tiene gusto e instinto. Me ayuda también a ser más pragmática, a que me tome las cosas con más calma…

Tiene una mezcla

—¿Qué aficiones compartís?

—Nos apasiona viajar, conocer lugares nuevos, disfrutar de un hotel acogedor y bonito, perdernos en alguna playa tranquila, o en un mercadillo, escuchar música mientras conduzco, cuidarnos en un spa, peinarnos mutuamente… Pasear… Somos muy disfrutonas.

—Y entonces, ¿qué momentos disfrutáis más juntas?

—Los reencuentros a mi vuelta de un viaje, o una película juntas con palomitas y manta… Pero una de sus pasiones es la moda… Le encanta ir de compras conmigo.

© Pepe Botella
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“Disfrutamos juntas los reencuentros a mi vuelta de un viaje, o una película juntas con palomitas y manta… Pero una de sus pasiones es la moda… Le encanta ir de compras conmigo”, señala Marta , divertida, con Paula, que ha heredado su pasión por la música, en el rincón donde a la artista le gusta componer.

—¿En qué os parecéis y qué crees que ha heredado de ti?

—Las dos somos un poco cabezotas, ordenadas, presumidas y apasionadas. De mí, ha heredado el amor por la música.

—¿Te roba tu ropa del armario? ¡Porque debe ser un paraíso, Marta…!

—Es muy respetuosa; ¡me pide permiso antes! Siempre le digo que hay que ser cuidadosa con los préstamos y las cosas de los demás. Pero ¡alguna vez la he pillado con un bolso mío en Instagram! —ríe—.

—Físicamente, dirías que es clavadita a…

—Tiene una mezcla. Sus ojos creo que son míos; la boca, quizás, más de su padre… El pelo oscuro…

“Somos muy disfrutonas. Nos apasiona viajar, conocer lugares nuevos, perdernos en alguna playa tranquila o en un mercadillo, escuchar música mientras conduzco…”

—¿Recuerdas cómo eras tú a su edad?

—Me recuerdo soñadora, ambiciosa y con ganas de volar y cumplir metas…

—¿Vivís juntas en esta casa? Porque tú pasas mucho tiempo en Canarias, ¿es así?

—Sí, vivimos juntas. Yo paso tiempo por igual en Madrid y Canarias, voy y vengo continuamente.

—Paula también pasará tiempo con su padre, imagino…

—Sí, por supuesto. Están muy unidos y se adoran.

© Pepe Botella
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“Cada día soy más casera. Me encanta llegar a casa y ponerme cómoda, mi cama o mis cosas en el baño, que son muchas… Pero me sigue apasionando viajar”. Arriba, el comedor, y, sobre estas líneas, la cocina.

Me gustó su luz

—¿Hace mucho tiempo que vives aquí?

—Hace ya veintiséis años. Fue por medio de un conocido relacionado con inmobiliarias, me gustó su luz, algo fundamental para mí en un hogar, su amplitud, su orientación, su tranquilidad y su pequeño jardín. Está cerca del centro y del aeropuerto, algo vital para mí, ¡Ja, ja!

—¿Qué tiene de especial y único tu hogar?

—Es una casa fácil, cómoda, acogedora. El porche es el lugar favorito de mis invitados. Por las tardes, al caer el sol, hay una luz preciosa ¡y no te quieres ir hasta que se va el sol! En días de invierno, la chimenea es mi lugar y momento más apreciado… El magnolio es un ejemplar espectacular… y está junto a mi preciosa escultura de Ernesto Knorr; ese árbol simboliza la presencia de mi padre en la casa. Él me lo regaló con apenas medio metro de altura cuando estrené la casa, ahora mide más de quince metros. Cuando quiero que me ayude con alguna incógnita e inquietud, miro las ramas desde la ventana de mi habitación; si las ramas se mueven hacia abajo, me aconseja que “sí”; si se mueven hacia los lados, su respuesta a mis dudas, es un “no”.

“Se llevan superbien. La adora y Paula a él”, dice de su actual pareja, el empresario canario Federico León, que en estos momentos de su vida le aporta “serenidad y enseñanza. Somos un buen equipo”

—En cuanto a la decoración de la casa, ¿has sido muy caprichosa?

—Me gusta llevarme “pedacitos” de los lugares que visito en mis viajes… Me gustan los pequeños detalles… Una buena cubertería, un cuadro alegre… Cambio detalles pequeños para variar de color: unos cojines, un tapizado…

—¿Crees que refleja tu personalidad?

—Es una casa con una decoración ecléctica, tiene un poco de aquí y de allá, de mis viajes y de las compras que he ido haciendo que me han gustado en arte y en decoración. Es una casa alegre y yo me quiero sentir ahora con mucho optimismo.

—Alguna pieza a la que tengas especial apego.

—A mis fotos de Sam Haskins y la de Marilyn Monroe (Stern), que compré en una galería del Soho en Nueva York. Y un mueble largo de cuatro metros de madera antiguo que fue un mostrador de farmacia.

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Marta y Paula posan en la cocina.

—Hoy en día, ¿eres muy casera o prefieres estar fuera?

—Cada día soy más casera. Me encanta llegar a casa y ponerme cómoda, mi cama o mis cosas en el baño, que son muchas… Pero me sigue apasionando viajar.

—En otro tiempo, ¿fuiste de salir mucho?

—He tenido épocas… Pero he trabajado mucho y he antepuesto mis responsabilidades y obligaciones. Soy de “Todo lo que merece la pena cuesta” y por ello he tenido menos tiempo de ocio…

El amor en los tiempos de Marta

—Si ahora pasas tanto tiempo en Canarias, ¿trasladarte allí definitivamente no entra en tus planes?

—No; mi hija estudia en Madrid. Fede tiene empresas en Madrid… y viene todas las semanas y para mí también es una sede para mis trabajos.

—¿Y no llevas fatal el amor a distancia?

—No. En nuestro caso, nos vemos constantemente.

“Vivo muy tranquila y creo que nadie me puede reprochar nada. Estoy en un momento en el que solo quiero hacer lo que me llena y me gusta de verdad, decidiendo por mí misma”, dice Marta, que cumplirá cincuenta y cinco años en mayo

—¿Qué te aporta Fede en estos momentos en tu vida?

—Serenidad y enseñanza; somos un buen equipo. Nos complementamos con nuestra experiencia.

—¿Qué es lo que más valoras de él?

—Su nobleza, su tesón y su perseverancia. Su impecabilidad en la amistad y su educación. Y, sobre todo, ¡su optimismo y destreza para hacerme reír!

—¿Qué tal se lleva con Paula?

—¡Superbien! La adora, y ella a él.

© Pepe Botella
“Lo que más valoro de Federico en estos momentos es su nobleza, su tesón y su perseverancia. Su impecabilidad en la amistad y su educación. Y, sobre todo, ¡su optimismo y destreza para hacerme reír!”, nos dice Marta. Junto a estas líneas, fotografiada en su vestidor.

—¿Te volverías a casar?

—No lo considero vital en mi vida a estas alturas… En todo caso, haría una fiesta y reuniría a nuestra gente cercana y querida para celebrar una fecha o aniversario, pero no me lo planteo en este momento.

—¿No te lo habrá pedido Fede y le has dicho que no?

—No, ja, ja, no es el caso…

—¿Disfrutas más queriendo o dejando que te quieran?

—Creo que queriendo, pero también me gusta que me mimen.

—¿Has sufrido mucho por amor?

—Lo justo, ja, ja, ¿Y quién no?. El desamor también es un aprendizaje.

—Aun así, a la vista está…, sigues creyendo en él.

—El amor es lo que nos queda, lo que mantiene al mundo en pie.

—¿Qué te enseñaron las relaciones fallidas del pasado?

—Para el éxito en la convivencia es muy importante estar en los mismos tiempos, con los mismos deseos y aspiraciones. Una pareja puede estar formada por dos fantásticas personas, pero que no desean lo mismo en esa época de su vida

—¿A estas alturas del amor lo sabes todo? ¿Qué te queda por descubrir?

—Del amor nunca se deja de aprender, lo que sí tengo claro es que hay que buscar a la persona correcta y también he aprendido que hay que disfrutar al máximo de los buenos momentos.

© Pepe Botella
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Arriba, la habitación de Marta, y, sobre estas líneas, un plano de Paula, que guarda un gran parecido con su madre.

—Te has vuelto más exigente.

—No, no es exigencia, es saber lo que no quiero.

—¿Tienes buena relación con Jesús Cabanas?

—Sí, muy buena. Es una gran persona y un gran padre y seguimos teniendo un gran proyecto en común, que es nuestra hija.

Siempre he sido muy presumida

—Hablando de otra cosa, te veo mejor que nunca… ¿Tú te sientes así?

—La verdad es que sí, lo bueno de cumplir años es la experiencia que uno adquiere. Me siento en un momento pleno y muy a gusto conmigo misma.

—También físicamente. ¿Cómo te mantienes tan estupenda?

—Hace unos dieciocho años decidí que el ejercicio era vital, entreno como mínimo dos días a la semana, cuido mi alimentación sin dejar de disfrutar en algunas ocasiones e intento estar siempre muy activa.

“Paula me da consejos musicales, de tendencias nuevas; está muy al día y tiene gusto e instinto. Me ayuda también a ser más pragmática, a que me tome las cosas con más calma…”

—¿Siempre te has cuidado o decir siempre es demasiado?

—Siempre he sido muy presumida, pero detrás de mis cuidados hay un nombre y apellido y es Maribel Yebenes. Sin ellas no hubiera sido posible tener tan bien la piel.

—De todas formas, los cincuenta son los nuevos treinta… O eso dicen.

—Estoy de acuerdo, la mentalidad de las mujeres ha cambiado; también contamos con más avances y estamos estupendas en esa década.

—En mayo, cumples cincuenta y cinco… ¿Cómo los recibes y en qué momento vital?

—Los recibo sintiéndome tan vital y enérgica como cuando cumplí los cincuenta.

—¿Te asusta soplar velas?

—Es ley de vida, me asusta más que la gente que quiero madure con salud a mi lado.

—¿Cómo es tu vida hoy en día, Marta?

—Por primera vez me siento dueña de mi destino, mi vida profesional se compagina más que nunca con la personal, vivo con más serenidad y elijo lo que me llena y me da satisfacciones.

—¿Y estás satisfecha del rumbo que ha tenido?

—Fui una chiquilla con un sueño, lo hice realidad; fui una joven con metas y superaciones, las hice realidad; hoy soy una mujer con una carrera de treinta y cinco años detrás y no pienso en parar porque tengo muchos proyectos que quiero cumplir y los haré realidad.

© Pepe Botella
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“El porche es el lugar favorito de mis invitados. Por las tardes, al caer el sol, hay una luz preciosa ¡y no te quieres ir hasta que se va el sol!”, nos cuenta la cantante.

Haciendo balance

—¿Hacemos balance? Con el corazón en la mano, ¿han sido más los momentos buenos o malos? ¿Qué pesa más?

—Por supuesto, mucho más los buenos. He tenido hasta hoy una vida muy bonita, soy una privilegiada.

—¿Qué cambiarías de tu pasado si pudieras?

—Siendo franca, seguro que hay muchas decisiones que, echando la vista atrás, no las hubiera tomado igual, pero eso es fácil verlo a tiempo pasado, lo importante es que de los errores se aprende más que de los aciertos.

—¿Qué echas de menos todos los días?

—A mi hermana y a mi padre y el tiempo que no pasé con ellos.

—Si tú echas la vista atrás y te ves en este momento de tu vida serena, ¿piensas que has hecho siempre lo que has querido o el destino te ha puesto así las cosas?

—Tengo la gran suerte de haberme dedicado a lo que me gusta, eso te hace sentir más libre; pero también ha habido sacrificios. Creo en el destino, pero tu destino lo escribes tú día a día con trabajo, esfuerzo y tesón.

—¿Cómo recuerdas aquellos años de sex symbol?

—Los recuerdo inmersa en una agenda imparable de trabajo, con muchísimo éxito. Realmente no era consciente de que era una sex symbol, simplemente era como yo era, no había nada forzado.

—¿Qué tatuajes te has grabado como lemas de vida?

—Cumplí los cincuenta y me tatué “Ahora o nunca”, porque creo que es una edad fantástica para llevar a cabo lo que no se ha realizado. El ocho, que tengo en la muñeca, porque es el día en que nací y es un infinito, que es lo que para mí quiero que duren siempre los sueños.

—¿Te han afectado las críticas?

—Pues depende; las que me merezco porque no he estado acertada las acepto y me corrijo; las que no reconozco como justas las esquivo para que no me afecten.

—Has vivido momentos duros, pero tampoco te puedes quejar de cómo te ha ido la vida.

—Los momentos más duros han sido la enfermedad de mi hermana, su muerte y la de mi padre, creo que los perdí demasiado pronto a los dos.

—En los momentos difíciles, ¿en quién te apoyas?

—En mi familia, en mis amigos y en mi música, que es la que me salva siempre de los momentos más duros.

—¿Vives sin temor y sin reproches?

—Sí. Vivo muy tranquila y creo que nadie me puede reprochar nada.

Treinta y cinco años sobre los escenarios

—Llevas treinta y cinco años sobre los escenarios. Habrás tenido que hacer muchos sacrificios para mantenerte ahí arriba. ¿A qué has renunciado?

—He renunciado a pasar más tiempo con mi familia y mis amigos, y a poder disfrutar de menos tiempo de vacaciones.

—¿En qué momento de tu carrera te encuentras?

—En un momento en el que solo quiero hacer lo que me llena y me gusta de verdad, decidiendo por mí misma.

—¿Satisfecha de cómo has llevado tu carrera?

—Sí. Creo que, además, por ello sigo estando en activo después de treinta y cinco años.

© Pepe Botella
“He estado muy encima a pesar de mis viajes. También, muy presente en su infancia. Las idas y venidas eran muy intermitentes y solo hubo algunas temporadas de viajes más largos a Latinoamérica, pero ya era más mayor y mi madre o su padre estaban a su cuidado. Creo más en la calidad que en la cantidad”.

—¿Sigues disfrutando como al principio?

—Disfruto más ahora, antes era una montaña rusa, un no parar. Ahora es todo más tranquilo y no siento la necesidad de demostrar nada. La ilusión de los comienzos es única e irrepetible; ahora tengo ilusión por hacer las cosas bien, que me llenen y disfrutar con ellas.

—No es feliz el que más tiene, sino el que menos necesita. ¿Qué necesita Marta Sánchez para ser feliz?

—Sí y más que nunca. Me tomo las cosas con más calma, decido lo que me hace sentir más feliz, pensando más en mi familia y en mi tiempo. Soy más consciente de lo que me conviene, me siento sosegada y los que me rodean y comparten mi vida son solo personas buenas, integras y nobles. Eso ya es pura felicidad por sí misma.

—¿Qué tal te ves cómo abuela?

—Si soy sincera, todavía lo veo lejano, pero imagino que se me caerá la baba con mis nietos…

—¿Cualquier tiempo pasado fue peor?

—En algunas cosas, sí; otras, no. Por supuesto, la juventud es un divino tesoro, pero en la madurez se encuentran otras cosas que son más valiosas: ser dueña de tus decisiones, saber decir “no”, el amor y valorar lo que es realmente importante, aparte de la serenidad, que es mucho mayor.

TextoMARTA GORDILLO
FotosPEPE BOTELLA
EstilismoMILA BENTABOL
MaquillajeMATEO PÉREZ
DecoraciónEVA MARAVER
FloresFLOREALE
LOOK 1Marta: conjunto Stella Mccartney, joyas Bulgari. Paula: Jersey y short Stella Mccartney, anillos Aristocrazy
LOOK 2Marta: vestido plisado de Carla Ruiz, zapatos Dolce & Gabbana y joyas Bulgari
LOOK 3Marta: vestido rojo Woman FIESTA by El Corte Inglés, botín Louis Vuitton, collar de Suárez
LOOK 4Marta: chaqueta y pantalón Pertegaz, joyas Bulgari/ Paula: camiseta, short y sobrecamisa Zadig & Voltaire, botas Bershka, joyas Aristocrazy
LOOK 5Marta: camisa de Zadig & Voltaire, pantalón Mon & Pau, cinturón Cavalli, joyas Bulgari. Paula: jersey Louis Vuitton, pantalón Bershka, zapatillas Louis Vuitton y joyas Aristocrazy
LOOK 6Argiddo. Joyas: Aristocrazy
LOOK 7Marta: mono Mon & Pau, cinturón Hermés, joyas Aristocrazy. Paula: top Bershka, mono Stella Mccartney, zapatillas Louis Vuitton, joyas Aristocrazy

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.