Mientras el mundo estaba en cuarentena en 2020, Dolly Parton decidió poner una de sus mejores armas, el dinero, a disposición del mundo y financió un proyecto que pretendía desarrollar la nueva vacuna contra el coronavirus. Este era el de Moderna, un laboratorio para el que destinó un millón de dólares a través de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tenneesee. En noviembre, en el informe preliminar del inyectable aparecía el nombre de la cantante, que había creado un fondo para la investigación en medio del confinamiento. Ahora ha esperado a su turno, a los 75 años, para recibir su primera dosis y lo ha celebrado adaptando una de sus canciones más famosas.
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