A lo largo de sus cuarenta y seis años, la bailaora Cecilia Gómez ha tenido la ocasión de recorrer los escenarios de todo el mundo, formando parte de compañías de artistas tan importantes como las de Joaquín Cortés, Sara Baras, Antonio “El Pipa” o Paco Peña. Precisamente, de la mano de este último, el aclamando guitarrista cordobés, tuvo la oportunidad de encontrarse con Tony Blair, a finales de los noventa, en la época en la que era el primer ministro inglés. Así fue cómo los dos hablaron de un tema muy delicado: la disputa territorial de Gibraltar entre Gran Bretaña y España. Es una curiosa anécdota que la propia Cecilia rescata ahora para ¡HOLA! y que relata en primera persona, mientras continúa con los preparativos de su boda con Marco Vricella, con quien se casará el próximo 26 de junio en Castillo de Batres, a las a fueras de Madrid.
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“Conocí a Tony Blair hace más de veinte años, en Londres, después de estrenar un espectáculo de flamenco que se llamaba Musa gitana. El nexo fue Paco Peña, que era profesor de guitarra del primer ministro inglés y también el productor y guitarrista del espectáculo. Por eso, cuando terminamos la función, Blair nos vino a saludar a todos los artistas. En mi caso, estuve hablando con él un buen rato. Entablamos conversación sobre varias cosas, aprovechando el tema del espectáculo y del flamenco.
Tengo que reconocer mi ignorancia. En ese momento, yo estaba totalmente absorbida por el mundo del espectáculo y no caí quién era Blair. Por eso, terminé contándole que yo era de Cádiz, de la Línea de la Concepción… hasta llegar al tema de Gibraltar. ¡Nos topamos con el peñón! –ríe– . Al final, era lo más cercano que me tocaba y los dos nos metimos en ese bucle. Por supuesto, yo defendía que Gibraltar fuese español, mientras que él me decía que si el Tratado de Utrecht, que si el aeropuerto… –ríe–.
Entonces, cuando Blair se fue, se me acercó todo el mundo y me preguntó qué me había contado, de qué habíamos hablado. Yo pensaba que era un fan del espectáculo que, simplemente, estaba con nosotros… Y nada más y nada menos que estaba hablando con el primer ministro de Gran Bretaña. ¡Encima, hablándole yo de Gibraltar! –ríe–. Pero tengo que decir que, al final, me pareció una persona de lo más cercana y que tuvimos una charla de lo más natural”.