No son buenos tiempos para Kim Kardashian. En enero llegaban las informaciones de que ella y su marido Kanye West estaban a punto de poner fin a casi siete años de matrimonio. Finalmente, la estrella de los realities pedía en febrero definitivamente los papeles del divorcio, aunque según parece de manera amistosa. De hecho, la influencer solicita la custodia compartida de sus cuatro hijos en común y ninguno de los dos quiere impugnar el acuerdo prenuncial que firmaron. En medio de todo este embrollo, la hermana de Kendall y Kylie Jenner sufrió el pasado miércoles 24 de febrero otro gran susto: un intento de robo en su mansión (valorada en más de 60 millones de dólares) de Hidden Hills, en Los Ángeles.
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Mientras Kim Kardashian posa en bikini, ¿cómo se encuentra Kanye West?
Al parecer un hombre de 24 años lograba entrar en la comunidad californiana exclusiva donde se encuentra la residencia de la celebritie pero era detenido enseguida por el guarda de seguridad antes de que pudiera acercarse a la casa, según ha informado TMZ. Y es que el asaltante aseguraba ser Kayne West, el todavía marido de Kim, mientras relataba que solo pretendía visitar a su mujer, motivo añadido por el que los trabajadores encargados de la custodia del barrio tuvieron que llamar a la policía. La empresaria todavía no ha dado ninguna declaración sobre lo ocurrido, pero pocas horas después el detenido fue puesto en libertad sin cargos. Lo cierto es que no es la primera vez que la influencer sufre un robo.
Kim Kardashian revela entre lágrimas cómo vivió su traumático atraco
En octubre de 2016, Kim Kardashin vivió uno de los episodios más traumáticos de su vida. Durante una estancia en París, la socialité estadounidense era víctima de un importante robo a punta de pistola que ha marcado un antes y un después en su forma de pensar. Se trató del mayor atraco de joyas a un particular ocurrido en Francia en más de dos décadas y cuya cuantía superaba los 9 millones de euros, un suculento botín en el que se incluía su anillo de compromiso y por el que contrató a varios guardaespaldas más para sentirse protegida. Y aunque han pasado varios años de lo sucedido sigue emocionándose cuando lo recuerda. De hecho, en una entrevista con David Letterman en el programa de Netflix My next guest needs no introduction se puso a llorar al contar que llegó a temer que además de robarle se aprovecharan de ella. Un año después, y tan solo un día antes de su cumpleaños, un individuo golpeaba a uno de los empleados de la entonces pareja consiguiendo acceder a la propiedad en la que vivían (aunque no a su casa) y se llevó hasta tres vehículos.