La Reina no lo dudó un momento y, además, con la sorpresa de un nuevo vestido y un descuido que dejó a la vista sus piernas de ‘acero’. En diciembre, la Biblioteca Nacional recuperó en una exposición la figura y obra de la pensadora y activista más importante del siglo XIX, Concepción Arenal, y doña Letizia quiso estar ahí para dar toda la visibilidad a esta pionera gallega, con una vida tan apasionante como desconocida para los españoles.
La exhibición, ‘Concepción Arenal. La pasión humanista 1820-1893’ celebra el 200 aniversario de su nacimiento (Ferrol)… Pero, también, sus logros en la lucha por los derechos de la mujer y de los presos y su denuncia de todas las injusticias sociales, contribuyendo a mejorar su mundo, aunque se sintiera vencida por el espíritu conservador triunfante.
Para aproximarse a la vida de Arenal, doña Letizia decidió, después de seis meses, estrenar un vestido de color burdeos. Un diseño «lady» y discreto con sorpresa: la abertura lateral que, en un paso al frente, descubrió una de sus musculadas piernas, resultado del ejercicio diario y una alimentación muy sana.
En esta nueva apuesta por el color, parece que la Reina se aleja del gris que ha abrazado durante semanas. Y como ejemplo, también, el conjunto de falda azul y top con el que se vistió de primavera en pleno invierno para afrontar agenda junto al Rey en el palacio de Viana. Marco en el que presidieron la presentación de las becas de la Cooperación Española, otorgadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores a través de la AECID.