Muchos no lo sabían o no lo recordaban, pero Quique San Francisco y Rosario Flores vivieron juntos un intenso romance de juventud. Fue allá por los efervescentes y convulsos años 80, una época donde la movida madrileña se encontraba en pleno apogeo. Una relación sentimental de 4 años de la que tanto el actor, fallecido este lunes en Madrid a causa de una neumonía, como la cantante solo tenían buenas palabras cuando echaban la vista atrás. Se conocieron a través de Antonio Flores, hermano de la artista que ya por entonces era amigo del humorista. "Rosi y yo éramos dos pipiolos y con ella batí el record", explicaba un irónico Enrique San Franciso al hablar del tiempo que llegó a estar con la pequeña de la familia Flores. En una entrevista con Bertín Osborne, el cómico relató cómo "tuve dos años maravillosos con Rosario y dos que me dediqué a la maldita cosa esa", decía en alusión a unas adicciones que le acabaron costando la relación. "La diferencia fue notable porque ella conoció a una persona y terminó conociendo a otra", explicaba Enrique al hablar de sus dos "yo", su Jekyll y Mr Hyde. Reconoció que la cantante se "hartó" de él por aquella situación tan complicada, aunque antes la pidiera romper: "Le dije "vete de aquí que ya no queda nada" del hombre que era, contaba el actor.
Fallece Enrique San Francisco a los 65 años
Pese a la ruptura y el paso de los años, el recuerdo que tenían el uno del otro estaba repleto de amistad y ternura. "La quiero, como ella me quiere a mí", confesaba Quique, ensalzando la relación tan estrecha que tuvo con todo el clan de los Flores. "Lola era una maravilla de mujer", aseveraba, aunque la matriarca se mostrara escéptica de la relación entre Rosario y el humorista. "¿Dónde vas con éste que está sin cocer?", preguntaba La Faraona a su hija, tal y como desvelaba con humor el propio Enrique San Francisco. Sin embargo, a pesar de ello, "hablaba bastante con ella y me tenía mucho cariño porque se dio cuenta que yo cuidaba de Rosario", añadía el actor. También elogiaba la "generosidad tan grande" del patriarca, El Pescaílla, "que nos daba dinero a Antonio y a mí y ya teníamos el botín". Sobre los idilios en general a lo largo de su vida, Quique afirmaba que "las mujeres con las que he estado me quieren mucho pero solo me llaman para insultarme", bromeaba, "y yo les digo que un poquito de por favor", añadía.
Quique San Francisco, genio y figura
La huella que dejó Rosario en Quique San Francisco fue imborrable, igual que él también la marcó profundamente a ella. "Me adoraba y nos quisimos muchísimo. Es uno de los hombres que mejor me ha tratado. Se volvió loco conmigo y yo con él. Me formó como mujer, sabe que le llevo en mi corazón y lo recuerdo como una experiencia muy bonita", decía la cantante al hablar de su romance con el cómico. También en el programa de Bertín Osborne, Rosario contó que "yo tenía 18 años y él 27. Me llevaba nueve pero me cortejó. Mi hermano le decía a Enrique: 'tú en la vida le vas a gustar a mi hermana', y él le respondía 'ya veremos, ya veremos", contaba Rosario. "Mi madre me decía: "¿pero qué le has visto?"... y yo le contestaba: "mamá, te juro que le veo guapo"... porque me había enamorado de su personalidad", ampliaba la artista con una sonrisa en la cara. "Él me enseñó el mundo del cine, me llevaba a los sitios y a cenar, me abrió los ojos y fue uno de los hombres más importantes y positivos para mí porque me dio la base para las otras relaciones amorosas que he tenido. Me hizo ser una mujer súper libre y liberada, independiente y muy fuerte", concluía Rosario.