Se quedó a una sola palabra y cuando falló… Los nervios de Pablo Díaz en el último programa de Pasapalabra cuando pensaba que estaba a punto de llevarse el bote contagiaron a los miles de espectadores que contenían el aliento. Ciento setenta y dos programas, ocho meses de concurso y ocho veces a punto de llevarse el bote, que se volvió a escapar en la oportunidad número 9. Una palabra, concretamente el nombre del general cartaginés Hannón, fue la culpable. Casi 1,3 millones de euros (1.294.000), siguen esperando a su dueño. “Empecé acertando algunas palabras y, cuando oí las veinticinco pensé: 'Ay, creo que esto lo tengo todo apuntado'", explicó el concursante en El Hormiguero tras revivir el emocionante momento.
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"Acerté 24 y me quedó una, que era un general de las guerras púnicas". En lugar del nombre correcto, Hannón, dijo Hieron, nombres sobre los que el concursante descubrió después que "lucharon en la misma batalla". "Al final, nunca sabes lo que puede ocurrir y, cuando los nervios están a flor de piel, es muy difícil. Pero bueno, a ver si puede haber más ocasiones. Seguiré estudiando", declaró el tinerfeño. La memoria de Pablo y sus récords de palabras en el Rosco son fruto de un gran esfuerzo, una dedicación diaria y algunos trucos. Díaz recordó en una charla con Pablo Motos y Jordi Évole algunos como el “su oído absoluto", una capacidad que permite oír cualquier nota y reproducirla.
Apasionado de la música
"Mientras estoy grabando, los días que no tengo nada que hacer, a lo mejor estudio ocho horas", aseguró. "Le estoy dedicando mucho tiempo, pero cuando se acabe, volveré a la música, que también es lo mío”. Jordi Évole, que formó parte del equipo de Pablo en algunos programas, aseguró: "Me tocó en su equipo y no tenía ni que participar. El tío lo reventaba todo". Con 18 años, Pablo se puso a estudiar los Roscos de Pasapalabra y cuando se vio preparado se presentó al casting. Esta es su segunda etapa en el concurso, que compagina con su pasión por la música.
Comenzaba con tan solo cinco años, sus estudios de violín y piano (sus padres son pianistas). Con 16 años se formó en la Escuela Superior de Música Reina Sofía, donde ganó una beca con el grupo de cámara (violín, chelo y piano) que le permitió dar varios conciertos por todo el país. "El otro día tuve el gran honor de recibir de manos de la reina Sofía el Premio al alumno más sobresaliente de la Cátedra de Música de Cámara, dirigida por la profesora Marta Gulyás, junto a mis compañeros del Grupo Contrastes, Ángel Martín, Alejandro Viana y Tomás Alegre. ¡No puedo estar más feliz y agradecido!", escribía en sus redes sociales. Ha estudiado un máster de violín en Ámsterdam. También es youtuber y en su tiempo libre colabora con distintas iniciativas solidarias con las que lleva la música a los hospitales.