La cara más desconocida y oculta de Julián Muñoz nos conduce al mundo de la solidaridad y el voluntariado. El exalcalde de Marbella, que fue pareja durante años de Isabel Pantoja y condenado judicialmente en varias causas, vive ahora una nueva vida. Nos habla de su labor social en la iglesia Virgen Madre de Nueva Andalucía y de su ayuda a un club infantil de fútbol necesitado de recursos. Se ha convertido en un hombre de gustos sencillos y está alejado de todo tipo de escándalos y polémicas.
Su amigo Sergio es uno de los entrenadores de uno de los clubes de fútbol a los que quiere ayudar, en el que más de ciento cincuenta niños aspiran a convertirse en los grandes futbolistas del futuro. Y Julián siempre está ahí cuando le necesitan. “Siempre se puede contar con él; es un buen amigo”, dice de Julián. “Soy abuelo y disfruto de mis nietos el mayor tiempo posible. Los niños son el futuro y se merecen toda nuestra atención... Así que si puedo ayudar, echo una mano... con lo que sea… Y siempre que puedo acudo a ver los entrenamientos de los críos”, nos cuenta Muñoz.
Como decíamos al principio de esta entrevista, Julián también colabora en una iglesia como voluntario: “Estoy poniendo al día el archivo bautismal de la iglesia parroquial Virgen Madre de Nueva Andalucía. Y de vez en cuando cojo las tijeras de podar y ayudo en el jardín del párroco. Me gusta mucho lo que estoy haciendo allí. Aparte de que con ello estoy pagando mi deuda con la sociedad, me siento muy a gusto en mi labor parroquial. Me considero un hombre solidario, lo fui durante mi etapa como alcalde y lo sigo siendo ahora.”
- Es tu cara más desconocida.
- Porque no presumo de ella. Mira, yo puedo haber sido lo que sea, incluso el golfo más grande, pero ya estoy pagando por ello. Y ahora cuando veo una situación injusta, me involucro en ayudar todo lo que puedo. Pero no lo voy pregonando a los cuatro vientos.
- ¿Sigues viviendo con tu hija Eloisa?
- Claro. Ni vivo en otro piso ni tengo novia. (Se refiere a una noticia aparecida en una web en la que se aseguraba que Julián había abandonado el domicilio de Eloísa y mantenía relaciones con una mujer rubia de mediana edad. Nada más lejos de la realidad. Su amor se vuelca en su familia…)
- ¿Tus hijas te ayudan en tu labor solidaria en la iglesia?
- Ellas trabajan y se ocupan de mis nietos.
- ¿Eres un hombre religioso?
- Sí, soy creyente. Rezo cuando tengo problemas.
- Has tenido tantos que te vas a convertir en un beato.
- Te puedes imaginar lo mucho que he rezado en los últimos años. Pero no soy un beato.