Harrison Ford descubrió tarde su pasión por volar. Comenzó a dar clases de vuelo seriamente a los 52 años, pero a lo largo de las siguientes décadas, ha conseguido tener una impresionante colección de aviones, que podrían pilotar el mismísimo Indiana Jones o… Han Solo. El famoso actor sigue a los mandos, a sus 78 años, y es habitual verle surcar los cielos en alguna de sus joyas de dos alas, a pesar de los varios incidentes sufridos en los últimos años, donde ha mostrado su pericia y experiencia salvando situaciones muy arriesgadas…y su propia vida.
Entramos en su garaje de aviones de película, que guarda celosamente en los hangares del aeropuerto de Santa Mónica, y solo comparable al de sus coches de época y sus motos de aventura. Caprichos motorizados de una estrella de Hollywood que no se conformó con ser en la ficción el piloto del Halcón Milenario, o dar vida a Quinn Harris, con su avioneta roja, en Seis días y siete noches. “Un día me di cuenta de que en nuestros viajes había gente que se divertía más que yo. Ahora soy yo quien juega con mis propios juguetes”, asegura.
En su espectacular flota, digna de un museo de aeronáutica, hay desde avionetas vintage restauradas hasta modernos jets , con los que viaja junto a su familia, su mujer, Calista Flockhart, y el hijo de ambos, Liam, adoptado por la protagonista de Ally McBeal un año antes de conocer a su actual marido, en la ceremonia de los Globos de Oro de 2002. “Mi esposa, que es una mujer maravillosa, entiende mi pasión por la aviación, entiende lo que significa para mí y vuela conmigo hasta el día de hoy”, ha contado también el actor, que ha sobrevivido a tres accidentes, uno en helicóptero y dos en avioneta.
Miembro de la Experimental Aircraft Association, una organización de entusiastas de la aviación con sede en Oshkosh (Wisconsin), participa desde hace años –y ha dirigido- el programa Young Eagles (Jóvenes Águilas), que introduce a niños y jóvenes de entre 7 y 17 años en este mundo y les da su primera oportunidad de pilotar. De hecho, ha donado su tiempo y el uso de sus aviones en más de trescientas ocasiones, ejerciendo como instructor de vuelo.
1929 Waco Taperwing
Es el más antiguo de la colección de Ford. Biplano de un solo compartimento y tres asientos, construido alrededor de marcos de tubos de acero. El primer vuelo de Waco, que salió al mercado por un precio de unos 1.700 euros, fue en 1927. Dejando a un lado el romanticismo histórico, la mayor ventaja de esta avión, que alcanza la velocidad máxima de 156 km/h y puede volar más de 600 km sin repostar, es su pilotaje suave y sencillo.
1942 Ryan Aeronautical ST3KR
Un monoplano biplaza militar de 1942, también conocido como PT-22 durante la Segunda Guerra Mundial. Con siete metros de largo y una velocidad máxima de 200 km/h, le costó un aparatoso contratiempo al actor cuando se estrelló en un campo de golf de Santa Mónica, en 2015. Gracias a su pericia a los mandos, Ford salvó la vida, pero la aeronave resultó irreparable.
1955 De Havilland Canada DCH-2 BEAVER
Harrison Ford ha tenido y tiene otros aviones de hélice, incluidos un Beechcraft, un Grand Caravan y un Pilatus PC-12, pero el De Havilland Beaver sigue siendo su favorito y lo vuela más que cualquier otro. El avión, uno de los STOL (despegue y aterrizaje corto) más famosos del mundo, está impulsado por una hélice de ala alta. Construido con la idea de hacer frente a las operaciones en las extremas condiciones climáticas del norte de Canadá y Alaska, el primer vuelo de Beaver (“Castor”) tuvo lugar en 1948. Se utiliza en tareas de aviación civil, transporte de cargas y de pasajeros, y está construido de tal manera que sea fácil ponerle ruedas, esquís o flotadores.
Aviat Husky A-1C-180
Uno de los primeros modelos a cuyos mandos se puso el actor. Se trata de una de la aeronaves ligeras más famosa de Estados Unidos. Fabricado por compañía Aviat Aircraft desde 1985, fue uno de los aviones más demandados de su época. Se trata de un monoplaza de 6.88 metros de largo que alcanza una velocidad de crucero de 230 km/h. El modelo del actor es de 2007.
Pilatus PC-12
El turbina monomotor presurizado más vendido del mundo. Se comercializa desde 1994, a un precio aproximado de 4 millones de euros, mide catorce metros de largo, tiene capacidad STOL (despegue y aterrizaje corto), y puede llevar hasta 9 pasajeros y dos pilotos. Está propulsado por un motor Pratt & Whitney PT62-67 que le permite alcanzar una velocidad de crucero de 500 km/h.
Cessna 208B Grand Caravan
Fabricado en Estados Unidos, se desarrolló en la década de 1980 –primer vuelo en 1982- y desde entonces ha tenido un sinfín de modificaciones para mejorar su rendimiento. A este turbohélice se le conoce también como “Cargomaster”, la versión original tiene capacidad para 9 pasajeros (un posterior diseño puede llevar hasta 14), se adapta para carga y también se configura como vuelo sanitario. Mide doce metros de largo, tiene una autonomía de dos mil kilómetros y una velocidad de crucero de 137 km/h.
Cessna Citation Sovereign 680
El jet privado favorito de las estrellas de Hollywood junto al Gulfstream y el Bombardier. El del actor es de color verde y lo usa para viajes largos y desplazamientos familiares. Le costó aproximadamente 18 millones de euros en 2009, mide 18 m y tiene capacidad para hasta 12 pasajeros. Su autonomía es de algo más de 5 mil km y alcanza una velocidad de crucero de 850 km/h.
Cessna 525B Citation Jet 3
Lujoso mini jet con capacidad para 6 pasajeros, dos de los cuales pueden viajar en la cabina junto al piloto. Con dos motores de reacción Williams International FJ44-3ª, es especialmente rápido y alcanza una velocidad de crucero de 770 km/h. Cessna produce el modelo desde principios de los años noventa y su precio en el mercado era de 9 millones de euros.
Bell 407
Además de los aviones, el actor tiene un helicóptero hace años, cuyo precio ronda los 3 millones euros. El modelo que usa Indiana Jones utiliza cuatro cuchillas y un rotor de diseño suave en el plano con un cubo compuesto, y puede alcanzar los 260 km/h. El actor lo ha utilizado en multitud de ocasiones para maniobras de rescate, especialmente durante sus estancias en su rancho de Wyoming, como cuando las autoridades le pidieron ayuda en la búsqueda de un boy scout de trece años perdido hacía 24 horas al sur del parque Yellowstone, y él lo encontró.