Arantxa Sánchez Vicario era este mates, 16 de febrero, la nueva invitada a Palo y astilla, el programa de Mamen Mendizábal donde diversas personalidades rinden homenaje a sus padres. La extenista está en pleno proceso de divorcio con su exmarido, Josep Santacana, del que se separó en 2018 y con quien atraviesa una situación judicial muy complicada en lo referente a la custodia y manutención de sus hijos. Por él se enfrentó a sus padres, Marisa y Emilio, y vivió un drama con sus hermanos del que solo queda arrepentimiento. Esta leyenda del deporte visitaba el formato de laSexta para repasar su carrera, agradecer a sus progenitores todo lo bueno han hecho por ella y de alguna manera poner punto y final a aquella dura etapa que vivió durante años sin hablarse con ellos. "A pesar de todo lo que ha podido pasar son muy importantes para mí. He hablado con todos los miembros de mi familia y ellos realmente están a mi lado, están conmigo. Ha sido muy importante y ahora intentamos tener la misma relación que tuvimos anteriormente, antes de que pasara todo", expresaba.
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Arantxa Sánchez Vicario presenta sus memorias: '¿Pueden mis hermanos o mis padres decidir con quién debo compartir mi vida?'
Años atrás, Arantxa publicaba un libro donde acusaba a sus padres de haberla arruinado tras la gestión de sus ganancias, una publicación que ella misma confesaba años después en ¡HOLA! se ha convertido en su cruz y por la que comenzaron todas sus disputas familiares. "Yo di el paso para que todo eso cambiara y que volviésemos a tener esa relación. En estos momentos es lo que estoy haciendo para seguir consolidando tener a mi familia al lado y que estén conmigo cuando tienen que estar y poder disfrutar todos juntos otra vez", continuaba emocionada. Además, esta estrella del deporte español confesaba a la presentadora lo que le había quedado por decirles a sus padres: "Nunca es suficiente el decirles cuánto les quiero. Siempre estaré agradecida por todo lo que han hecho y lo que me han dado. El amor incondicional que siempre he tenido hacia ellos me hubiera gustado decírselo mucho más, pero no hay momentos suficientes. A mí papá donde quiera que esté se lo mando y mi mamá seguir diciéndoselo", añadía.
Además, Arantxa expresaba que muchos de los enfrentamientos familiares, como el haber llevado a su padre ante los tribunales, "se podrían haber evitado". "Ya pedí perdón en su día, cuando tenía que hacerlo porque creo que se fue de las manos. Obviamente si no hubiese sido una persona pública, no hubiese pasado cómo ha pasado. Soy humana, pedir perdón cuesta, pero yo ya lo he hecho y mi familia ya lo sabe. Ahora, a mirar hacia delante. Lo que se hizo, el presente lo cambiará, yo intento seguir luchando para llegar a esa unión familiar e intentar recuperarla ahora", continuaba. Pero el acontecimiento que más marcó sus vidas fue el fallecimiento su padre, un momento en el que sus hermanos no la dejaron entrar al velatorio por acudir con el que ahora es su exmarido. "Es una vergüenza. Mis hermanos me han vetado y han echado de la sala. Qué más da que venga sola o con mi marido. Me han montado un numerito", relataba a la prensa en aquella situación.
"Me hubiera gustado estar más con él de lo que pude, aunque me despedí de la mejor forma que pude", añadía ahora Arantxa. "Aquel momento fue como la guinda a una situación surrealista. Que tuviese la osadía de presentarse allí (refieriéndose al ex de la extenista) no tenía mucho sentido y menos con los aires que llegó, provocando. Había mucha tensión y cansancio y entonces no aceptas según que cosas. Si hubiera venido ella sola no habría pasado nada", decía sobre el encontronazo su hermano Emilio Sánchez Vicario. La extenista, que no se atrevía a contestar a Mendizábal si en algún momento se había sentido el motor económinico de su familia, destacaba, mientras agradecía todo lo que había hecho su familia durante su carrera, que ha sacado la disciplina de su madre y la fortaleza de su padre.
Arantxa Sánchez Vicario abre a ¡HOLA! las puertas de su casa en Miami