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Aerin Lauder es considerada una de las mejores anfitrionas de Nueva York. Aprendió de la mejor, su propia abuela, Estée Lauder, que fundó uno de los imperios de belleza más grandes del mundo. “A Estée le encantaba entretener a sus invitados, algo que definitivamente heredé de ella. Organizaba eventos mucho más formales y exagerados que los míos, pero su increíble gusto y su extrema atención a los detalles siempre me inspiraron”, explica Aerin, la reina de la Gran Manzana, a ¡HOLA!.
© Simon Upton“Tengo buenos recuerdos de organizar meriendas con mis abuelas Estée y Sylvia en el jardín de invierno de nuestra casa, con mi juego de té en miniatura y mis leales peluches”, añade la heredera con motivo de la publicación de Entertaining Beautifully (Rizzoli), un libro en el que revela los secretos de su familia para ofrecer las mejores fiestas… incluso en tiempos de pandemia.
“En estos tiempos excepcionales, creo que la gente ha descubierto el valor de las reuniones más íntimas. En mi opinión, no hay nada mejor que una noche en casa con mi familia y mis amigos más cercanos. Creo que veremos un cambio más pronunciado en esa dirección. La gente se alejará más de los grandes eventos formales y apreciará más las noches acogedoras en casa”, dice Aerin, que es directora de estilo e imagen de Estée Lauder y fundadora de su propia marca de fragancias de lujo.
© Simon UptonEn su libro, Entertaining Beautifully, la empresaria da consejos para todo tipo de eventos: desde una cena romántica para dos hasta un picnic familiar, pasando por un cumpleaños infantil y una fiesta de disfraces. Aerin, como todos, ha aprendido cosas durante estos meses de distancia social y confinamientos estrictos. “No puedo mentir. Antes de la pandemia no cocinaba mucho. Ahora disfruto con los libros de cocina. Estar tanto tiempo en casa me ha permitido descubrir recetas deliciosas y fáciles de hacer”, reconoce. En este tiempo también ha pensado en “nuevas reglas” de etiqueta para la “nueva normalidad”. ¿Me quito los zapatos cuando entro en una casa ajena? ¿Dónde guardo la mascarilla? ¿Puedo fumar? ¿Cómo me deshago de los invitados antes del toque de queda? La nieta de Estée Lauder tiene una respuesta para cada pregunta.
-Aerin, en esta nueva normalidad algunos anfitriones piden a sus invitados que se quiten los zapatos al entrar en la casa. ¿Qué debemos hacer?
-Si alguien te está dando la bienvenida a su hogar, debes cumplir con las exigencias del anfitrión. Incluso si es diferente a lo que estás acostumbrado, eso sería lo más respetuoso.
© Simon Upton-¿Dónde debo dejar la mascarilla cuando visito una casa ajena?
-Esta es una nueva normalidad a la que todos nos estamos adaptando, así que no creo que haya una respuesta correcta o incorrecta. Para mí, la mejor manera de manejar esta situación es probablemente guardando la mascarilla en mi bolso o en algún bolsillo.
-¿Qué hacemos con el invitado que quiere fumar dentro de la casa?
-Siempre se debe fumar al aire libre. Yo creo que eso es algo que todos los invitados entienden y respetan.
-Ahora que hay tantos toques de queda, ¿cuál es la mejor manera de dar por terminada una velada?
-Los invitados suelen buscar en el anfitrión “pistas” sobre cuándo es el mejor momento para marcharse. A mí no me da vergüenza agradecerles a todos por haber venido y hacerles saber que la velada está llegando a su fin.
-Ahora hay mucha crispación. Si hay una discusión en la mesa, ¿cuál es la mejor manera de terminarla?
-Yo prefiero dejar que la conversación fluya con naturalidad. Esa es la mejor manera de conocer a la gente, de conectar con el otro y disfrutar de su compañía.
© Simon Upton-¿Cómo se lidia con un huésped “difícil” o grosero?
-Siempre que recibo en casa, hago todo lo posible por mantener una actitud positiva y tranquila. Si un invitado está siendo irrespetuoso, intento que eso no me moleste. Normalmente, si el anfitrión está relajado y divirtiéndose, los invitados seguirán su ejemplo.
-Y, ¿qué opinas sobre esos invitados que piden un menú especial?
-A mí me gusta servir comida clásica y reconfortante, que sea deliciosa y fácil de disfrutar por todos. Esta es una forma sencilla de evitar complicaciones con el menú: que haya algo para cada invitado.
