Recién separada de Bertín Osborne, tras veinte años de amor y casi quince de casados, Fabiola Martínez se encuentra emprendiendo una nueva etapa en Madrid, con la prioridad de cuidar a Kike y Carlos, de catorce y trece años, respectivamente. Pero no se está haciendo cargo de sus dos hijos ella sola. Además de contar con la incondicional ayuda del cantante, que está viajando regularmente a la capital desde Sevilla –donde se instaló cuando que estalló la pandemia–, la exmodelo está recibiendo un apoyo encomiable de sus padres, su hermano y su cuñada, pues todos ellos residen en nuestra capital.
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Nacida en 1972 en Maracaibo, localidad costera del norte de Venezuela, Fabiola es la mayor de los dos vástagos de Julio Martínez y Francis Benavides, que tienen otro hijo cuatro años menor llamado Julio. A pesar de que su ciudad natal experimentó una época de bonanza económica gracias a la producción de petróleo de la zona, la familia se dedicaba al comercio en un ámbito local y vivía humildemente. “Los planes de mi padre eran visitar las aldeas de los indígenas para comprar artesanía o ir al río a comer pescado en las palapas”, explicó Fabiola a La Razón hace un tiempo. De hecho, ella siempre recuerda que enviaba dinero a casa cuando abandonó sus estudios de Medicina para trabajar en el mundo de la moda.
Ahora son Julio y Francis quienes están devolviendo la ayuda a su hija mayor. “Mi madre está conmigo desde que nació Kike”, ha señalado Fabiola a ¡HOLA!, que no ha parado de luchar para que el chico supere las barreras de sus daños cerebrales. En un principio, su padre, Julio, se quedó en Venezuela y estuvo viajando a España regularmente, pero su situación cambió cuando le detectaron un cáncer de próstata en estado avanzado hace unos seis años. Fue entonces cuando la exmodelo decidió traérselo a nuestro país de manera definitiva y buscar especialistas. Gracias a un tratamiento hormonal de bloqueo, Julio pudo salir adelante.
Durante todo este tiempo, los padres de Fabiola no sólo han permanecido instalados en el domicilio familiar, ubicado en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, sino que también han pasado casi toda la pandemia en la impresionante finca que Bertín posee en Sevilla. Junto a ellos, también se ha encontrado el padre de cantante, Enrique Ortiz, conde de Donadío de Casasola y conde las Navas, de noventa y dos años. “ El confinamiento lo pasamos todos juntos y la verdad es que fue todo un acierto, para protegerles y estar juntos”, nos ha dicho la venezolana.
Los padres de Fabiola siempre han mostrado su adoración por Bertín , motivo por el que ahora ahora se sientan “tristes” por la separación. “Mi padre se lleva muy bien con él. De hecho, hacen planes ellos solos y se olvidan de mí. Tengo asumido que he perdido a mis padres, son más de Bertín”, reconocía la exmodelo hace unos años con humor. Además, cabe recordar que su madre siempre ha sido una gran seguidora del cantante. “Ella tenía un póster mío en su habitación y Fabiola creció viendo a un tío colgado en la pared, que después acabó siendo su marido. La verdad es que son casualidades de la vida”, confesaba Osborne a La Voz de Galicia en 2019.
No es el único apoyo familiar con el que cuenta la exmodelo, pues su hermano y su mujer también emigraron a España. “Ellos se vinieron hace tres años por la situación de Venezuela”, nos ha explicado ella. Julio, que es como se llama su hermano, está casado con su compatriota Karolina Franco desde 2013. Al año siguiente de celebrar su boda, nació el pequeño Sebastián Nicolas, el único niño del matrimonio. Julio, cuatro años menor que Fabiola, estudió Ciencias Sociales en la Universidad Católica Cecilio Acosta de Maracaibo, Julio ha desempeñado numerosos trabajos en su país: desde desde docente a asistente administrativo, pasando por el diseño de muebles –tiene formación como carpintero–.Ya en España, se dedica al sector comercial. Por su parte, Karolina, la cuñada de Fabiola, está contratada a tiempo parcial para una empresa de seguros, aunque cuenta con estudios universitarios para ejercer de abogada. Tanto Julio como su mujer han estado muy presentes en la familia de Bertín y la prueba es que han estado visitando la finca sevillana del cantante por vacaciones.
Sin descuidar la educación de sus hijos, Fabiola está enfocada ahora en todos sus proyectos profesionales. No sólo sigue siendo presidenta de la Fundación Bertín Osborne, organismo que ofrece ayuda a familias de niños con discapacidad, sino que también trabaja en una empresa del sector inmobiliario desde hace tres años, como ha desvelado a ¡HOLA!, recientemente. “Antes lo hacía como relaciones públicas, organizando eventos para los operadores y clientes de toda España. Ahora no se puede hacer eso, así que me han incluido en el equipo de expansión para búsqueda de locales, suelos comerciales…”, nos ha contado la exmodelo, quien, además, ha empezado a estudiar un máster en Administración de Empresas, ‘Coaching’ de Inteligencia Emocional y Programación Neurolingüística.
Todos estos proyectos profesionales no los podría desarrollar Fabiola sin la ayuda de sus padres, como nos ha reconocido ella misma: “Me ayudan muchísimo en todo y, gracias a ellos, puedo hacer todo lo que hago, desde trabajar hasta estudiar, que es en lo que estoy ahora”. De hecho, ellos están desempeñado un papel muy importante en el cuidado de sus nietos. “Me ayudan con Kike”, ha reconocido la exmodelo, explicando también que se encargan Carlos cuando la venezolana acude a la terapia de su hijo mayor.