La noticia de la retirada de Jeff Bezos como CEO de Amazon, en el mejor momento de la compañía, ha causado un gran revuelo en el mundo financiero. Aunque no se trata de una ‘jubilación’, como él mismo advierte en su carta de despedida, sino de la búsqueda de un legado, el hombre más rico del mundo (con una fortuna personal de 200.000 millones de euros) podrá disfrutar ahora de sus aficiones.
Bezos, que seguirá siendo presidente ejecutivo, se retirará junto a su pareja, Lauren Sánchez, a la famosa mansiónWarner, en Beverly Hills, que compró el año pasado por más de 135 millones de euros. Desde allí, pondrá en marcha expediciones para explorar los fondos marinos en busca de restos de naves de la NASA sumergidas en el océano. Porque el cosmos es otra de las grandes pasiones del magnate, que se interesó antes que Elon Musk por la exploración espacial al fundar Blue Origin. Invertir en el Washington Post, crear fondos filantrópicos e iniciativas contra el cambio climático están también entre sus planes.
Y, tal vez, escuche las peticiones de los vecinos del pueblo de Villafrechós (Valladolid) —de donde salió hace 96 años su abuelo Salvador Bezos con rumbo a Cuba—, de ayudarlos a levantar una residencia de ancianos.