Su vida dio un vuelco en marzo del año pasado. Cuando la situación sanitaria comenzaba a colapsar por culpa del coronavirus, José Campos sufrió un ictus. Casi un año después, el empresario, antiguo atleta y exmarido de Carmen Martínez-Bordiú, sigue recuperándose. No es su único problema, ya que trata de salvar su negocio de hostelería en Santander, Galería Culturas, azotado por la pandemia. Afortunadamente, José logra sonreír gracias a Martina, la niña que tuvo hace seis años con la profesora Marian Sousa, su mujer.
José, ¿cómo te encuentras?
Sigo de baja. Por desgracia, me cuesta hacer muchas cosas. Estoy recuperando la memoria, vocabulario…
¿Tienes alguna secuela a nivel físico?
Todas las secuelas que tengo son del cerebro. Me cuesta hablar y las palabras se me traban. También se me olvidan cosas… Espero ir poco a poco, pero podría estar en una silla de ruedas. Gracias a Dios, estoy bien.
¿Recibes algún tipo de tratamiento?
Sí, con logopedas. Estoy con revisiones y haciéndome pruebas, porque todavía no saben el motivo. Yo me cuidaba, ni fumaba ni bebía…
¿Podría estar relacionado con el coronavirus?
Como no me hicieron la prueba en marzo… Me pilló cuando empezó todo. Ni me la han hecho ahora.
Como dices, al menos, estás bien.
Gracias a Dios, he vuelto a nacer, pero tengo mi negocio cerrado. Nos dejan trabajar solo en la terraza, y en Santander hace frío. Abrimos muy pocos días y hace un año que no hacemos ningún evento, fiesta o cumpleaños. Sigo las normas. Si no se puede, no se puede. No es como en otras ciudades, donde se las saltan.
¿Has tenido que lamentar alguna pérdida?
En la familia directa, sí. No mi padre, pero sí muy allegado.
¿Algún tío o primo?
Sí, exacto. He perdido a amigos, a mucha gente. Es muy duro todo.
Menos mal que tienes a la pequeña, que seguro que te saca una sonrisa siempre.
Martina me está cuidando mucho, sí.