Isabel Sartoriusy César Alierta rompieron su relación a finales de verano. ¿La razón? El distanciamiento. No hay terceras personas, sólo un cambio de rumbo y la confirmación de que la aventura que comenzaron juntos como pareja hace dos años, no los llevaba a ninguna parte. Su mundo en común estaba estancado y sabían ya que, en ningún caso, habría un futuro para los dos.
Durante largo tiempo sí vivieron una gran historia de amor… Pero desde la discreción y sin dar ningún paso en falso. Querían saber si tenían una oportunidad como pareja y exploraron en su relación, aunque sin llegar a tomar la decisión de irse a vivir juntos, de oficializar su noviazgo, o incluso lo más sencillo, hablar de sus sentimientos o de lo que estaban construyendo juntos.
No fue posible. La ruptura es definitiva, aunque no por ello han dejado de ser amigos o de seguir haciendo planes juntos. De hecho, en las últimas dos semanas, acudieron a ver el espectáculo de Los Morancos, El Desfase, han salido a almorzar y cenar a restaurantes de Madrid y de los alrededores; han paseado juntos y… Por supuesto, sin interrumpir nunca las llamadas de teléfono.
“No es cierto que César no quiere saber nada de Isabel, como se ha dicho. Se tienen muchísimo cariño, se apoyan, se respetan, y se ven todas las semanas”
Así nos lo contaba una de sus mejores amigas, ya que Isabel no quiere hacer declaraciones: “No es cierto que César no quiere saber nada de Isabel, como se ha dicho. Se tienen muchísimo cariño, se apoyan, se respetan, y se ven todas las semanas”.
La noticia de la ruptura adelantada por Informalia (El Economista) y confirmada por ¡HOLA!, no ha cogido a su círculo cercano por sorpresa. César, de 75 años, brillante hombre de empresa y ex presidente de Telefónica, está centrado en su familia, la que tanto lo apoyó tras la muerte de su esposa, Ana; y, especialmente, en su enfermedad. El verano pasado estuvo en coma inducido y en estado muy grave, tras sufrir dos infartos en menos de un mes, y todavía se está recuperando. “Para él es un momento de reflexión, de recuperación, de mucha tranquilidad”, añade la misma fuente.
En cuanto a Isabel, que acaba de cumplir 56 años y pasa mucho tiempo con su hija Mencía Fitz-James Stuart y la familia Sartorius, está haciendo un máster -complementa su formación como coaching - y, a diferencia de César, tiene ganas de salir y de viajar. Sobre todo, ahora, cuando ya no está tan preocupada por su salud y, después de haber pasado unos meses horribles pensando en cómo acabaría todo.
La íntima amiga de Isabel Sartorius apuntó por último a ¡HOLA! que “los dos están bien, en paz con sus vidas” y que seguiremos “viéndolos juntos, porque su amistad es para siempre”.
Muchas vidas
Isabel Sartorius ha pasado por un enclaustramiento de años, el desánimo, la muerte de sus padres, la aceptación de sí misma… Isabel ha vivido muchas vidas y ha explorado muchos mundos. Y hasta ha llegado a entender “que nadie se estropea la vida porque sí, sino porque no encuentran otra manera de vivirla”. Y, como tantas veces, empieza de nuevo.
Así lo contaba en su libro, dedicado a su madre Por ti lo haría mil vecescon el que cerró una etapa: “Ahora que puedo mirar hacia atrás sin complejos y con las heridas como parches viejos cosidos al corazón, me pregunto muchas veces si me habría gustado tener otro destino y mi respuesta es no. Necesitaba sentir, y he sentido con el más amplio abanico de matices posible. Estoy orgullosa de cada momento que me ha tocado vivir —bueno o malo, mejor o peor—. Necesitaba “experiencias de combate” que me permitiesen navegar por todos los mares. Necesitaba aprender, crecer, atravesar el reino de las emociones y de la experiencia humana para entender quién era. Y lo hice. Y algo sí he aprendido después de todo… Me aguardan en el camino momentos difíciles, como a todos, porque crecer en espíritu es un proceso constante, pero hoy por hoy me siento viva, con un mundo de posibilidades de felicidad abierto ante mí y dueña de mi camino”.