Sara Carbonero continúa su lucha contra su enfermedad, pero se encuentra fuerte y optimista. Dos días después de celebrar su treinta y siete cumpleaños, la presentadora ingresó el pasado viernes 5 en la Clínica Universidad de Navarra, en Madrid, para someterse a una nueva intervención por un contratiempo, tal y como adelanta ABC. No obstante, según ha podido saber ¡HOLA!, la operación ha sido un éxito y los médicos se muestran muy contentos con el resultado, algo que ha tranquilizado y celebrado toda la familia.
Esta misma mañana, ha sido el propio Iker Casillas quien ha llevado al colegio a los pequeños Martín y Lucas, los dos niños que tiene con Sara. Después, se ha dirigido al centro médico, donde permanece hospitalizada su mujer. El exportero no se ha despegado de la presentadora todos estos días, prueba del amor que se profesa –ya lo publicamos en nuestra revista la semana pasada, desmintiendo los insistentes rumores de separación–. A lo largo de este último ingreso, Carbonero también ha contado con su madre, su hermana Irene y su “comadre”, la también periodista Isabel Jiménez, quienes se han turnado para acompañar a la mujer de Iker durante estas últimas noches.
En estos momentos, Sara se encuentra experimentando una recuperación muy favorable, a la espera de recibir el alta médica en los próximos días. La presentadora desea retomar la normalidad cuanto antes y retomar su trabajo en Radio Marca. Cabe recordar que, el pasado 21 de enero, estrenó Que siga el baile, una sección dentro del programa T4, donde ha contado con un espacio de entrevistas y actuaciones. Igualmente, Carbonero ha presentado este mismo miércoles 10 su nueva campaña de publicidad para L’Oréal. No son los únicos proyectos que retomará estos días, ya que la presentadora también desea volver a preparar nuevas ideas para la firma creada con Isabel Jiménez, Slow Love.
Todos estos planes de futuro los desarrolla Sara con el apoyo de Iker Casillas, con quien celebrará el quinto aniversario de su boda el próximo 20 de marzo –enlace que desveló ¡HOLA!, en exclusiva–. En contra de lo sostenido por algunos medios en los últimos tiempos, el matrimonio se encuentra muy unido, manteniéndose al margen de los recurrentes dimes y diretes que cuestionan su estabilidad y su futuro en común desde hace seis meses, y convive con sus hijos en un chalet situado a las afueras de Madrid. Es la misma vivienda a la que se mudaron el pasado verano, cuando el de Móstoles anunció su salida del Oporto FC y dio por finalizada su carrera deportiva. Allí tienen previsto permanecer, a pesar de que el matrimonio comprara el pasado mes de abril un piso frente al parque del Oeste de Madrid. Según ha podido saber ¡HOLA!, el inmueble, que sigue en obras de remodelación desde el pasado verano, sería una inversión inmobiliaria.