Este fin de semana Raquel Bollo ha vuelto a la televisión después de la polémica fiesta de cumpleaños de su nieta Jimena, hija de Alma, y lo ha hecho para pedir perdón y también para hablar de Isabel Pantoja, Kiko Rivera y el conflicto que ocupa los platós desde hace ya algunos meses. Tal y como ha contado la colaboradora, la cantante nunca se ha enfadado con ella y es una de las pocas que sigue manteniendo comunicación con ella. "Es una mujer que si necesita abrirse se abre entera, pero ahora hay cosas de las que no quiere hablar. Yo he estado mandándole mensajes y solo ha contestado a cosas de mis nietas", comentaba la amiga de la intérprete de temas como Marinero de luces.
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Raquel ha explicado que ella respeta que Isabel no quiera hablar de su hijo, y entiende que lo tiene que estar pasando muy mal. "Ha perdido la cabeza", ha asegurado la tertuliana, que explicaba que los cambios no le están viniendo nada bien: "También hay que entender que Isabel se ve ahora y, con lo que ella ha sido… Es normal. Y con lo que ha pasado en la vida, en la cárcel, que eso pasa factura. En Supervivientes volvió a tener ganas de vivir y ahora ha vuelto a encerrarse: ella ahora reacciona así cuando las cosas van mal. También sé que dentro de un tiempo se va arrepentir lo más grande".
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Para Raquel, uno de los mayores errores de Isabel y Kiko ha sido la ausencia de comunicación entre ellos, "además de todo el tema económico, el principal error ha sido no hablar con su hijo", ha admitido. "A pesar de todo esto, sigo pensando que Kiko es una estupenda persona y muy buen niño. Evidentemente, ¿lo está haciendo bien Isabel? Pues tampoco. Me da igual que sea verdad, puede estar cargado de razón, pero en privado. Ella es su madre y para ella es su hijo", ha insistido ella, también dejando claro que lo más importante es la familia.
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Para Raquel es "antinatural" que un hijo vaya a "hablar mal de su madre a la tele", sin embargo no quiere señalar al uno al otro como responsable de este enfrentarmiento ni se decanta por ninguno de los dos lados: "Quiero a Isabel y adoro a Kiko", añadió, insistiendo en que su relación con ellos es para ella prioritaria: "Yo quiero ayudar y estar ahí. En las buenas y en las malas". "Le doy la razón a Kiko en muchas cosas, pero me duele esta situación y me parece que hablar así de su madre le va a pasar factura", compartió la colaboradora.